Francisco Alejandro Leyva Aguilar
La nota del fin de semana a nivel nacional, sin duda se la llevó el anodino “gobernador” de #Oaxaca #SalomónJaraCruz y no precisamente fue buena, sino una exhibida que de plano le borró su fingida y agria sonrisa.
Primero en Mitla -pobre Mitla me cae, pueblo ancestral preso de intereses- Hasta ahí y con la ayuda de alguien, la cuestionada saxofonista María Elena Ríos, fue a expresarle a Claudia Sheinbaumb, su desilusión por la aplicación de la ley en nuestro estado, culpando al anodino de colusión con su presunto agresor Juan Vera Carrizal, quien no hace mucho salió de la cárcel, dicen que por un jugoso acuerdo con el pingüe consejero jurídico #GeovannyVázquezSagrero.
Luego en las calles padres de niños con cáncer exigiendo medicamentos para sus hijos y exhibiendo el acoso de las autoridades para que no se manifestaran ese día. También en #Juxtlahuaca y en #PutlaVilladeGuerrero, los paisanos le propinaron una gran rechifla al “gobernador” cuando tomó la palabra. El escándalo fue evidente y el anodino no pudo hacer otra cosa que apechugar cuando #ClaudiaSheinbaum prometió que “seguiría de cerca el cumplimiento de los compromisos y regresaría a verificar su cumplimiento”.
Las manifestaciones en contra de Salomón Jara fueron muy evidentes y muy posiblemente permitidas, es decir, para que la saxofonista se subiera al templete, usara el mismo micrófono que Claudia y desplegara una manta tapando de la imagen al anodino, tuvo necesariamente que haber una colusión o con los organizadores del evento o con quienes acompañaban de cerca a la presidente (con E).
Pero ¿por qué el desaseo de un gobernador muy cuestionado al que no le sale un solo evento bien?. Oaxaca es un pueblo que tiene memoria; no hace mucho en gobiernos que aun recordamos los oaxaqueños, Salomón Jara no era más que un porro estridente, invasor de tierras. Uno de esos trasnochados del comunismo que protestan por todo, pero que en su vida leyeron el manifiesto comunista de Carlos Marx.
Salomón Jara fue uno de los que invadió el predio donde hoy se encuentra el clausurado tiradero de basura de Zaachila, por esos días un líder estudiantil del movimiento del 68, falleció en un misterioso accidente. Se llamó Guillermo González Guardado, por eso, la colonia se llama así
El modus operandi de Salomón, era muy parecido a los líderes de la Coalición Obrero Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) respecto de la invasión de tierras. En alguna ocasión, mientras gobernaba #DiódoroCarrascoAltamirano, el anodino llegó hasta a capital del estado para exigir que el gobierno le escriturara un terreno que había invadido en la costa oaxaqueña, específicamente en Tututepec.
Llegó como todos los trasnochados, huarache y morral en mano y arengando estupideces para que el gobierno comprara a los dueños originales el terreno invadido y posteriormente lo escrituraran a nombre de la Unión Campesina Democrática (UCD), que ni eran campesinos, ni mucho menos democráticos.
El anodino amenazó con encuerarse en el zócalo de la Verde Antequera si no se cumplían sus peticiones y, aunque usted no lo crea, él y sus acompañantes se quitaron los pantalones y las camisas permaneciendo unas horas mostrando sus miserias. Esa es la triste imagen que el oaxaqueño recuerda de Salomón Jara.
Al final, el gobierno de Diódoro Carrasco no lo peló, por lo que el anodino le suplicó que lo ayudara con los pasaje de las personas que fueron a manifestarse. Tampoco se lo concedieron y tuvo que regresarse como llegó: exhibido y derrotado.
Ese es nuestro “gobernador”, un tipo que se dice Licenciado como Ingeniero Químico Industrial por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), pero que se supone, concluyó sus estudios en 2011, es decir cuando fue Secretario de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesquero en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, al que traicionó.
¿A qué hora estudiaba Salomón Jara en el IPN si era Secretario en el Gobierno del Estado?, ¿sería plausible que su título y cédula profesionales las haya comprado con parte de los MIL MILLONES DE PESOS CON LOS QUE DESFALCÓ A ESA SECRETARÍA?.
Me parece que tanto Gabino Cué, como Alejandro Murat que tuvieron la oportunidad de hacer justicia y meter a la cárcel a ese hampón, se equivocaron en no hacerlo. Las consecuencias las estamos pagando todos los oaxaqueños. ¿Hay remedio? Sí, la #RevocaciónDeMandato.
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