Francisco Alejandro Leyva Aguilar

#Oaxaca está hecho un auténtico quesillo, pero es menester dejar pausados en esta columna, los asuntos consencientes a la Isla Barataria gobernada por el anodino Salomón Jara, que el pasado viernes salió corriendo por piernas ante las manifestaciones que pedían su revocación de mandato.

Y digo que es menester porque hoy asume la presidencia del país más poderoso del mundo, un personaje que puede ser el talón de Aquiles de la cuatroté. Donald Trump asumirá por segunda ocasión la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica y habría que recordar que en su primer mandato, no nos fue nada bien a los mexicanos.

Hace 8 años Donald Trump “dobló” contundentemente a López, un presidente mexicano que llegó con una alta popularidad y respaldo ciudadano y lo obligó a hacer prácticamente lo que el gringo quiso en materia de migración al grado de poner 15 mil efectivos de la Guardia Nacional a cuidar nuestra frontera sur, no quiero pensar qué sucederá si Trump cumple las promesas que hizo en campaña sobre nuestro país.

Pareciera casualidad, pero antes de la llegada y del triunfo del republicano, la Drug Enforcement Agency (DEA), detuvo clandestinamente en territorio mexicano al capo más buscado de la historia. Un personaje que, dice los que saben, tiene o tuvo una amplia relación con la élite política de México, al grado de que sus declaraciones, ahora que está en una prisión federal en Estados Unidos, están embarrando nada menos y nada más que al mesías de Macuspana Andrés Manuel López Obrador.

Hay dos temas torales entonces en la agenda unilateral (que no bilateral, los gringos no le están preguntando a México su opinión), respecto de nuestro país: la migración y el narcotráfico.

Donald Trump ya dijo que va a deportar a todos los migrantes indocumentados que no son pocos y los mandará del otro lado de su frontera sur, es decir no a sus países de origen, sino todos vendrán a parar a territorio mexicano. Claudia Sheinbaum dice que está preparada pero no ha delineado un plan de lo que tiene que hacer para atender los millones de personas que serán deportadas a México, por lo que no sabemos si en verdad está preparada para la peor crisis humanitaria que enfrentará nuestro país.

Ni bien habían hablado los presidentes municipales de la frontera advirtiendo de acciones para recibir a la ola de migrantes que van hacia el norte ahora y que serán deportados a partir de hoy, y la presidente (con E) Claudia Sheinbaum los “exhortó” a no ser fatalistas y bajarle dos rayitas a sus discursos.

Lo cierto es que no hay una estrategia de recepción, tampoco de contención, mucho menos de deportación de los indocumentados no mexicanos a sus países de origen. El Gobierno de la presidente (con E) será el que cargue con los costos de reingreso de los indocumentados a sus países, porque Claudia Sheinbaum no se ha acercado al gobierno entrante, ni personalmente ni al través del canciller Juan Ramón de la Fuente para, por lo menos, negociar que los indocumentados que no son mexicanos, sean deportados directamente a sus países.

La diplomacia ha fallado y también se nota en el segundo tema que es el narcotráfico. Donald Trump va por la aprobación de su Cámara de Representantes para que los narcotraficantes mexicanos sean tratados con el status de terroristas y entonces tener el permiso para poder ingresar a territorio mexicano a acabar con el lastre del crimen organizado en nuestro país.

Ahí es donde el asunto le duele al gobierno federal, porque hay serios señalamientos de que López Obrador, pactó con criminales como el cartel de Sinaloa para favorecer el trasiego de drogas desde México y hacia Estados Unidos, principalmente de la droga que ha convertido en zombies a muchos norteamericanos y que le arrebata la vida a 150 mil por año allí en el país del norte que es el mortal fentalino producido en laboratorios clandestinos en México, todo eso a cambio de dinero y operación política para Morena y sus aliados.

Trump tiene, como Claudia en México, mayoría y es casi seguro que aprobarán la iniciativa de catalogar a los carteles de la droga mexicanos, como terroristas y entonces, la milicia norteamericana, como sucedió en Afganistán, vendrán a México a acabar con el régimen de terror en que López convirtió al país y de paso a mermar la acción política del narcopartido Morena.

No la tiene fácil Claudia Sheinbaum y menos si le sigue haciendo caso al viejo guango que sigue mandando tras bambalinas aunque, si es verdad lo que dicen los rumores, el anciano tabasqueño, ya habrá puesto pies en polvorosa para refugiarse en Cuba, entre otras cosas para revivirlo porque dicen que todo diciembre no durmió porque sabe lo que le espera con su “amigou Trun”.

De entrada, póngale atención hoy al precio del dólar.

@leyvaguilar
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