Francisco Alejandro Leyva Aguilar
¿Y si les digo que el peje tuvo razón en cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM)?, tuvo razón en dos cosas muy puntuales: que era un absoluto nido de corrupción y que se estaba construyendo en sobre el nicho de un lago y, por tanto en tierra inestable.
Sin embargo, no tenía la necesidad de hacer una encuesta nacional, un referéndum para decir que el NAICM debía cancelarse y, sin embargo lo hizo. Esta encuesta “legitimó” por decir de alguna manera, la decisión del gobierno de López de dejar de construir el nuevo aeropuerto, una obra faraónica que marcaría el sexenio de Enrique Peña Nieto como uno que nos conectaba de maneras no imaginadas con el mundo.
López pudo aprovechar la inmensa corrupción en torno a la magna obra peñista y pasar a la historia como un hombre que combatió la corrupción en los más altos niveles, en ese maridaje que se da entre los hombres del dinero y los hombres del poder… la mafia del poder como la denominó el propio peje.
Perdió su oportunidad y de una manera brutal. Cedió a los intereses de esa mafia y terminó cuidando los dineros de quienes habían invertido en el NAICM, devolviéndoles en indemnizaciones, lo que habían gastado en una obra que no iba a llegar a ningún lado.
Para empezar, el proyecto del NAICM nació como una idea del Gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) y el proyectista fue el ahora ex yerno del magnate Carlos Slim Helú de nombre Carlos Romero quien buscó la firma internacional de arquitectos Norman Foster que habría construido el maga aeropuerto de Shanghái. El proyecto -solo el proyecto- del NAICM les habría dejado réditos por mil trescientos millones de pesos.
Lo anterior, es una investigación de Ramón Alberto Garza, periodista regiomontano que escribió hace unos meses un libro llamado “Dinastías”, editado por Planeta y donde detalla los pormenores de lo que ocurrió poco antes de que el peje ganara las elecciones de 2018.
Dice Ramón Alberto (Dinastías, Garza R. Ed Planeta PP-332-333-334), que la licitación aún en el sexenio de EPN le ganó -con toda obviedad- Carlos Slim Helú, a la sazón, un gran amigo de Andrés Manuel López Obrador con quien el peje hiciera muchos y muy buenos negocios cuado fue Jefe del Distrito Federal con la compañía Centro Histórico SA de CV.
Palabras más, palabras menos, Ramón Alberto Garza, desmenuza lo que pasó: mientras se construía el NAICM se dieron cuenta que había dificultades para estabilizar la plataforma de la terminal, se dieron cuenta también de las peripecias para anclar adecuadamente las pistas sin que se fracturaran, los deficientes sistemas en el manejo de los excedentes hidráulicos para desahogar el sitio en los días de lluvias abundantes, etc. (Dinastías. Garza R. Ed Planeta. P-333-334).
Obvio una de las consignas de campaña de López en 2018 fue la corrupción en la construcción de NAICM y en cuanto llegó al poder, realizó una consulta pública de apenas un millón de personas para cancelar la construcción.
Ramón Alberto afirma que “en el fondo lo que sucedió fue que, ante la inevitable realidad… el constructor en jefe Carlos Slim se reunió con el Presidente -López- para explicarle la gravedad de aquel drama. Miles de millones de dólares del fondo de pensiones y de inversión tanto nacionales como extranjeros, quedarían sepultados por las ambiciones de un puñado de constructores que se negaron a escuchar las advertencias de quienes les advirtieron que la construcción de esa obra, en ese lugar, era imposible. Slim convenció a López de fabricar -un manotazo sobre la mesa- para justificar que el nuevo gobierno de la cuarta transformación se viera obligado a cubrir una multimillonaria indemnización por el capricho presidencial de suspender la construcción del NAICM”.
Así, los empresarios no perdieron un peso, el peje dio un golpe de “autoridad” usando la recién estrenada consulta pública y su amigo Carlos Slim se volvió más rico al comprar a precio de descuento, miles de bonos que después canjeó a su valor real.
¿Cuánto se llevó López en esas transacciones multimillonarias?, eso no lo sabemos, lo que sí sabemos es que el teatro político de clausurar el NAICM le redituó, al menos en un inicio, credibilidad ante el pueblo al dar un golpe de autoridad. Por eso Carlos Slim Helú al asistir a una de las varias inauguraciones del Aeropuerto Felipe Ángeles dijo “es espectacular”.
Ramón Alberto Garza, no nos deja ninguna duda al indicar que uno de los prominentes miembros de la Mafia del Poder, es justamente López Obrador que engañó a millones de mexicanos con la cancelación de una obra que le daba a él mismo, la posibilidad de meter a la cárcel a Enrique Peña, a sus funcionarios más prominentes e incuso a varios empresarios inescrupulosos como el propio Carlos Slim… limitado como es el peje, prefirió la ominosa complicidad en un mega fraude a los mexicanos, uno que vale muchos FOBAPROAS.
“Dinastías” es un libro que todo mexicano debe leer.
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