Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Las obras faraónicas de López Obrador, nos ha traído a los mexicanos más penas que glorias y quizá la peor de todas, por el impacto que tuvo en sus alrededores, fue el Tren Maya que lo que menos transporta, son Mayas.

Los datos son abrumadores. Nos ha costado -porque aún no se termina- MEDIO BILLÓN DE PESOS (500 mil millones de pesos para que no se me hagan bolas los chairos) y se le han inyectado en subsidios ONCE MIL MILLONES de pesos más.

Para este año, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), aprobado por la ignominiosa mayoría de Morena, le otorgó CUARENTA MIL MILLONES MÁS Y DOS MIL DOSCIENTOS MILLONES PARA OPERACIÓN, es decir 42,500 millones para que el trenecito del peje funcione.

En 2025 el capricho de López Obrador habrá consumido del presupuesto de los mexicanos QUINIENTOS CINCUENTA Y TRES MIL MILLONES y en contraste, la ganancia que ha generado, apenas llega a los 140 millones de pesos o sea, la deuda que arrastraría será de orden de los 553 MIL 360 MILLONES DE PESOS.

La deuda, en caso de que ahí termine y no se le vuelva a inyectar un solo peso del presupuesto, la tendremos que pagar con nuestros impuestos los mexicanos y nos llevaremos décadas para poder cubrir ese costo extraordinario de recursos que no han servido para absolutamente nada.

En economía, hay un indicador que tiene que ser analizado antes de meterse a una inversión. Se llama Return on Investment (ROI) que traducido al español significa RETORNO DE INVERSIÓN. Este cálculo nos permite saber el tiempo que necesita una empresa para hacer que la inversión que le inyectas en dinero contante y sonante, pueda regresar a las arcas empresariales y desde ese punto de inflexión, comenzar realmente a ganar dinero.

Supongamos que el Tren Maya genera 140 millones de pesos anuales -genera menos porque eso lo ha producido desde hace dos años que se inauguró- EN 50 AÑOS, SOLO HABRÁ GENERADO 7 MIL MILLONES DE PESOS, es decir apenas el 1.26% del costo de la obra.

En 50 años muchos de los mexicanos ya no vamos a estar vivos, pero nuestros hijos y nuestros nietos sí y ellos tendrán que pagar los intereses que va a generar la deuda que les está heredando un inútil que un día se sintió presidente.

El punto del ROI en el Tren Maya está perdido, porque, a menos que lo abandonen a su suerte, cada año se le va a inyectar recurso para su funcionamiento en tanto siga gobernando la irresponsabilidad financiera o lo que es lo mismo, la cuatroté.

Si el peje se quejaba del FOBAPROA de Ernesto Zedillo, él en el Tren Maya nos va a dejar una deuda impagable por muchas generaciones de mexicanos con una agravante: la tala indiscriminada de árboles y el daño al ecosistema de la península Maya es irreversible, la devastación ecológica es brutal e irresponsable.

Ahora SEDENA SA de CV, está permitiendo que cazadores vayan a la península Maya donde pasan las vías del tren, a cazar lo que ellos llaman “fauna nociva”, es decir venados, faisanes, tapires, jabalíes y el sagrado e iconográfico Jaguar, de ese tamaño es la devastación que aun no termina. Hay que decir que la única fauna nociva en la península Maya, son los humanos y mas, los infectados con el virus de Morena.

El Tren Maya ya es un fracaso porque seguramente habrá en 50 años, otros gobiernos que se den cuenta de la irresponsabilidad de seguirle inyectando recursos a una obra que no genera retorno a una pésima inversión concebida en la dañada mente de un tabasqueño que un día soñó con ser grande y en esos sueños, se convirtió en un loco diminuto.

@leyvaguilar
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