Por: Fernando Cruz López.
Oaxaca es sin dudar es uno de los estados más diversos y ricos culturalmente de México; sin embargo, pese a la negación oficial, se ha visto asediado en los últimos meses por una escalada preocupante de violencia e inseguridad, que van desde crímenes en plena vía pública, descuartizados y “encostalados” que aparecen en distintas partes del estado, hasta robos a domicilios, cristalazos y demás ilícitos, que años atrás ya no se presentaban.
La realidad actual es que hay altos índices de delincuencia común y corriente hasta la presencia de grupos del crimen organizado, aunque lo nieguen los responsables de la seguridad publica en la entidad, los hechos rebasan a las palabras, pues los oaxaqueños en su gran mayoría perciben un estado muy inseguro y eso saldrá a la luz en la próxima encuesta que ordenen hacer, si no es que ya la hicieron.
Lo cierto es que sí o sí, el gobernador del estado Salomón Jara Cruz tiene que hacer un reajuste en su gabinete de seguridad, necesita hacer cambios y de manera urgente, a dos años de gobierno, en lugar de que disminuya la criminalidad, va en aumento y eso no puede ser posible, por lo cual los días de varios funcionarios al frente de sus responsabilidades en el área de seguridad están por terminar, pues no tardan en mandarles decir que presenten sus renuncias, es algo que ya no está sujeto a negociación, van los cambios en el área seguridad, porque van.
No podemos olvidar que Oaxaca enfrenta múltiples desafíos que amenazan el bienestar y la tranquilidad de sus habitantes, es por ello que para recuperar la seguridad en la entidad, el gobierno estatal debe implementar una estrategia integral y a largo plazo que aborde las raíces del problema. Esto requiere acciones coordinadas en diversos frentes, que incluyan, por ejemplo.
El fortalecimiento de las fuerzas de seguridad, pero con un secretario de verdad, que no le tiemblen las piernas cuando tenga que ir a los cuarteles a ver a su gente. También se tienen que actualizar y profesionalizar los cuerpos policiales a nivel estatal y municipal, brindando capacitación continua en materia de derechos humanos, investigación criminal y uso proporcional de la fuerza, para evitar crímenes como el jovencito de la escuela La Salle.
También se tienen que mejorar las condiciones laborales y salariales de todos los policías para fomentar la vocación de servicio y reducir la corrupción, de igual manera necesitan equipar a las fuerzas de seguridad con tecnología y herramientas modernas que les permitan desempeñar sus funciones de manera más eficaz.
En síntesis, hay mucho que hacer en el área de seguridad, y como los actuales responsables ya demostraron que no pueden con el paquete, habrá que esperar los nuevos cambios y con ellos llega la esperanza de que la paz regrese al territorio oaxaqueño… Sígame en X como @visionpolitica7