Por Cipriano Miraflores
Es la primera vez que me entero que un jefe de Estado y de gobierno se niega a dialogar con la primera fuerza electoral de oposición.
El diálogo directo con las fuerzas politicas opositores de un régimen político es parte fundamental del Manual de la Política y del Arte de Gobierno.
Si no dialogas con las fuerzas opositoras, los pasas de fuerzas adversarias a fuerzas enemigas. A los adversarios los tratas en el terreno de la política que significa llegar a acuerdos, al diálogo, a la conversación, al entendimiento o a una lucha convenida dentro del régimen de derecho.
Pero si los tratas como enemigos los conduces al campo de la guerra, de la aniquilación, de la destrucción, de vencer o ser vencido, donde la legalidad de los actos tiene poca importancia.
O se trata solamente de soberbia política, de humillarlos al mandarlos a una segunda instancia. O se trata de mimetismo político en referencia al Jefe Máximo que nunca habló con la oposición a su gobierno.O simplemente no tiene el poder para llegar a acuerdos con la oposición. O no tiene el carácter para la política. Esto sería más grave.
Vaya usted a saber, pero la señora Sheinbaun dejó extendida la mano del nuevo dirigente del PAN que le ofrecía diálogo y acuerdos.
Vaya, esto no es sano para el país puesto que obliga a las oposiciones la vía violenta para resolver conflictos, como dijo Romero el nuevo dirigente del PAN, nos obliga a ganar la calle.
Así las cosas con la científica, qué le vamos hacer. En vía de mientras sean rabiosamente felices. Nha xasgsho bhshe