Por: Fernando Cruz López.

Oaxaca, joya colonial del sur de México, se ha consolidado ya como uno de los destinos turísticos más atractivos del país. Su rica herencia cultural, su exquisita gastronomía y su majestuosa belleza arquitectónica atraen a miles de visitantes cada año, convirtiendo al turismo en uno de los pilares fundamentales de la economía local. Sin embargo, el éxito continuo y sostenible de este sector depende en gran medida de la actitud y el servicio que brindan los prestadores de servicios turísticos a los viajeros que llegan a esta hermosa ciudad.

Hoy inicio una serie de comentarios relacionados con este tema y quiero comenzar mencionando que la hospitalidad oaxaqueña es legendaria, y debe ser el sello distintivo de todos los que trabajan en el sector turístico. Desde el momento en que un visitante pone el pie en la ciudad, debe sentirse bienvenido y valorado. Esta actitud no solo es crucial para la satisfacción inmediata del turista, sino que también contribuye a la reputación a largo plazo de Oaxaca como destino turístico.

Hablemos primero de los hoteles y otros alojamientos, pues son ellos son la primera línea de contacto para muchos visitantes. El personal de estos establecimientos debe esforzarse por ofrecer un servicio que vaya más allá de lo esperado. Esto implica no solo mantener instalaciones limpias y cómodas, sino también proporcionar información útil sobre la ciudad, recomendar actividades y estar siempre dispuestos a ayudar con cualquier necesidad que pueda surgir.

Los diferentes prestadores de servicios turísticos en la entidad jamás deben olvidar que la atención personalizada es fundamental. Cada huésped debe sentir que es único y especial. Los hoteles pueden lograr esto implementando sistemas que les permitan recordar las preferencias de los clientes recurrentes y anticiparse a las necesidades de los nuevos visitantes, pueden acercarse a la secretaria de turismo estatal y recibirán mayor orientación al respecto.

Otro aspecto que hay que cuidar mucho es el relacionado con la cocina oaxaqueña, la cual es reconocida mundialmente, y son precisamente los restaurantes locales quienes tienen la responsabilidad de mantener este prestigio. Más allá de ofrecer platillos deliciosos, los restaurantes deben ser embajadores de la cultura culinaria de nuestro estado, para lograr eso todo el personal debe estar bien informado sobre los ingredientes, las técnicas de preparación y la historia detrás de cada plato, pues en muchos lugares hay todo un proceso milenario en la elaboración de algunos platillos.

Por último, quiero mencionar que la actitud del personal de servicio debe ser siempre amable y paciente, especialmente con aquellos visitantes que no están familiarizados con la cocina local. Los distintos restauranteros deben ofrecer recomendaciones, explicar los platillos y estar abiertos a adaptarse a las necesidades dietéticas especiales son aspectos cruciales para una experiencia gastronómica positiva.

No podemos olvidar que Oaxaca, en sí, vive del turismo, es una fuente de ingresos muy importante y, por tanto, se debe cuidar al máximo esta industria generadora de recursos y que emplea a miles de oaxaqueños, así que solo queda cuidar a los visitantes… Sígame en X como @Visionpolitica7.

 

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