Por: Fernando Cruz López.

La reciente aprobación por parte de las comisiones del Senado mexicano del dictamen que reforma los artículos 105 y 107 de la Constitución para limitar la posibilidad de impugnar cambios constitucionales, es un paso sumamente preocupante que nos acerca peligrosamente a una concentración antidemocrática del poder, estamos más bien frente al inicio de una posible dictadura.

Si bien es cierto que la Constitución debe poder ser reformada y actualizada, el impedir que estas reformas puedan ser cuestionadas y revisadas por el Poder Judicial es un ataque frontal al sistema de pesos y contrapesos que debe existir en una democracia saludable.

Al cerrar esta importante vía de revisión y control, se deja la puerta abierta para que cambios sustanciales a la Carta Magna puedan realizarse sin los contrapesos necesarios, bajo la lógica de una supuesta “voluntad popular” que en realidad encubre el interés de quienes detentan el poder en un momento dado.

Resulta particularmente preocupante que estas reformas se den en un contexto político donde la separación de poderes ya ha sido fuertemente cuestionada, con intentos de someter al Poder Judicial a los intereses del Ejecutivo. El riesgo de caer en una deriva autoritaria es latente.

Los ciudadanos en coordinación con las distintas fuerzas políticas y sociales deben alzar la voz para frenar este retroceso democrático. La posibilidad de impugnar reformas constitucionales es un pilar fundamental para evitar abusos y garantizar la vigencia del Estado de derecho. Los mexicanos votamos para seguir viviendo en una democracia no para abrazar ahora una dictadura…Sígame en X como @Visionpolitica7

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