Por Cipriano Miraflores
Ni duda cabe, el actual sistema de partidos no es el deseable para la prosperidad y la democracia de nuestro país. Esta es una afirmación categórica.
Genera corrupción, competitividad simulada, formación de partidos hegemónicos y parásitos, rechazo de los ciudadanos para afiliarse, no han servido para crear ciudadanía, las coaliciones generan corrupción electoral, generan regidores, diputados y senadores corruptos, poco preparados, dependientes de los dirigentes, igual de corruptos.
Todo esto, corrompe nuestro régimen político, no permite su desarrollo, no permite la separación real entre gobiernos y partidos, estanca a la democracia o la deforma.
Como resultado, tenemos políticos y dirigentes ineptos, sin educación política y cívica, así como muy corruptos, con actitudes de perdonavidas como Noroña.
La circulación de las élites partidarias durante largo tiempo no permiten el ascenso de nuevas caras en el régimen, son los mismos políticos circulando, lo peor, brincan de un partido a otro con inconfesables compromisos, votan en las cámaras sin leer los proyectos, sin quitarle una coma. Ya es vergonzoso.
Le invito a mencionar a 5 políticos honestos, honrados, preparados y coherentes existentes en el país. El que se decía con estas virtudes, resultó ser el peor presidente de la República, bueno, le puede ganar su pupila.
El proyecto de Reforma Electoral de Morena no es combatir a todo lo anterior sino acentuarlo para su provecho. Que Dios nos agarre confesados.
Así las cosas, en vía de mientras sean rabiosamente felices.
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