Por Cipriano Miraflores
En la política, es un principio elemental y de responsabilidad, la contención de los sentimientos personales por el bien público. Por lo que el político se ve obligado a ser siempre cortés en sus relaciones, aunque el que tenga enfrente le caiga de la patada.
Esta falta de cortesía de Claudia Sheinbaun con el embajador americano de ya no recibirlo en palacio nacional y mandarlo a la Secretaria de Relaciones Exteriores, es grave.
Esto en política no se hace. No pensemos lo que representa el Embajador Americano sino simplemente es un político profesional y como tal tratarlo. Ahora sí pensamos lo que representa, tratarlo así, es una enorme equivocación.
Lógico, ya hubo respuesta del embajador, acentuando y endureciendo la relación entre los dos países donde por el poder de ese país nosotros saldremos perdiendo.
Seguir la política del hígado del Obradorato no es bueno para nuestro país. La Política es un arte que no a cualquiera le queda y le sabe. Menos a una persona de poca mecha como lo es Claudia Sheinbaun.
Así las cosas, mejor en vía de mientras sean rabiosamente felices este dominguito. Por cierto que mal jugó la Selección de Aguirre, me echó a perder mi quiñela.
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