Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Hace ya unos 28 años, cuando viví en Asunción Ixtaltepec un municipio de Istmo de Oaxaca, conocí a una jovencita de San Miguel Chimalapa que trabajaba con nosotros en las labores del hogar, específicamente cuidaba -y muy bien- a mi primogénito. Si no recuerdo mal, le decíamos Maxi y en alguna ocasión le pregunté el motivo por el que había salido de su casa en un municipio muy hermoso en la zona Zoque de Oaxaca.

Mi quehacer periodístico en algún momento me llevó a la tierra de Maxi, e incuso más allá, en el punto trino entre Oaxaca, Chiapas y Veracruz, donde lo que sobra es oxígeno y donde la vegetación abruma la vista y los pulmones. Conocí San Miguel pero también subí a Chocomalatlán, Benito Juárez, San Isidro La Gringa y muchas otras comunidades exuberantes que tiene la geografía oaxaqueña.

Así que no encajaba que una mujer de escasos 17 años, saliera de la protección de sus padres en un municipio que tenía una capacidad de producción muy alta, ganado en la parte baja pero en la cabecera municipal, la cosecha de chicozapotes y muchos más árboles frutales es evidente.

Maxi me respondió que había salido huyendo de su casa porque su papá cuando tenía 13 años, pretendía venderla a un señor a cambio de unas cabezas de ganado… la verdad me sorprendió que en pleno entonces siglo XX, todavía existieran esas prácticas irracionales y misóginas en comunidades de nuestro estado. Yo no sé si en San Miguel Chimalapa siga ocurriendo lo mismo, pero pareciera que en algunos lugares del estado, sigue pasando.

Tenemos en el estado una ficha DNOL para encontrar a una activista que denunciaba el tráfico de personas, ella se llama Sandra Estéfana Domínguez Martínez a quien conocí cuando buscó ser diputada por el distrito de Tlacolula, ella acusó públicamente al coordinador de delegados por la paz, Donato Vargas Jiménez de ser el creador de una grupo de pornografía infantil denominado “Sierra XXX”, donde se exhibían fotografías de niñas indígenas teniendo sexo o desnudas con fines lucrativos.

Hoy Sandra Domínguez está desaparecida y se ha emitido por parte de la Fiscalía de Justicia del Estado de Oaxaca (FJEO), una ficha de búsqueda para tratar de dar con su paradero, sin embargo, el hirsuto secretario de gobierno Jesús Romero López quien es PRIMO DE DONATO VARGAS, a pesar de la exigencia de grupos feministas, no lo ha separado de su cargo, ni por ser el principal sospechoso de la desaparición de Sandra.

Como dije anteriormente, la venta de niñas por parte de sus padres en comunidades de Oaxaca, es una práctica que responde a sus “usos y costumbres”, aunque en estos casos más bien son abusos y costumbres y, en la era de la internet, puede que no sea lejano que un vivales como Donato Vargas, haya creado un sitio web o una página en redes sociales para vincular a vendedores y compradores en un e-comerce de pornografía infantil.

Siguen existiendo comunidades en Oaxaca donde la venta de niñas es una costumbre y si hay oferta, pues a personas sin escrúpulos -y vaya que Donato no los tiene- les puede ser muy fácil encontrar a la demanda que, en un mundo sin valores debe abundar.

Hay que analizar el comportamiento de Donato Vargas para saber si puede ser capaz de actos despreciables como la venta de personas y, lo que uno puede encontrar en la fama pública del susodicho pues en vez de un delegado de la paz, más bien parece un pirómano que crea conflictos donde no los hubo, solo hay que repasar su actuación con los migrantes en San Agustín de las Juntas y en otros lugares donde llegó, según él a tranquilizar la situación.

Solo por la fama pública, la FJEO que dirige José Bernardo Rodríguez Alamilla y la Unidad Especializada de Delitos de Alto Impacto, debería estar investigando al servidor público amigo íntimo de Salomón Jara y primo de Jesús Romero y éste último, ya debió poner a disposición de la Fiscalía a este tipo de muy mala entraña.

Si le rascan tantito a su actividad en la internet que siempre deja huella, pueden encontrarse muchas sorpresas, de entrada y aunque ya hayan bajado, el grupo “Sierra XXX”, tiene que ser investigado y castigados sus promotores.

La vida de la activista Sandra Domínguez, está en peligro y es responsabilidad total de Salomón Jara, regresarla a su vida normal sana y salva.

@leyvaguilar
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Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar

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