Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Ayer en la mañanera no vimos a una nueva presidente, lo que vimos fue la continuación, a menos en la retórica de un segundo mandato de López y es una tristeza para México reconocerlo. Claudia renunció a ejercer el poder tal y como lo habíamos pronosticado en esta columna.

Justo ayer dos de octubre, ocurrió la primera de las masacres, esta vez en Chiapas y cometida por la Guardia Nacional que ahora está bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) que confundió a migrantes con delincuentes pero exactamente igual que López, minimizó el hecho diciendo que, ni Chiapas, ni Sinaloa son los estados donde hay más asesinados, y le volvió a asestar un golpe mediático al gobierno panista de Guanajuato.

Si hubo una diferencia entre las respuestas de López y Claudia, ese fue el tiempo. Las respuestas de ella son más escuetas, mientras que por la lentitud de pensamiento del peje, sus respuestas fueron muy largas. Mientras una mañanera del peje duraba aproximadamente tres horas, la de Claudia duró apenas una, aún le falta aprender a la obediente discípula.

Sin embargo, la retórica es exactamente la misma, no le ha cambiado una sola coma al script utilizado por su actual jefe y eso no es un buen augurio para los mexicanos porque -ojalá me equivoque-, vamos a ver una calca del sexenio anterior que fue el peor que ha tenido la historia de México.

Solo me llamó fuertemente la atención que no haya insistido en la desaparición de órganos autónomos como el INAI y supone que debe ser un acuerdo con sus socios comerciales porque si quita la transparencia de la ecuación, entones le habrá dado paso a todos los caprichos de su jefe para permitirle estar presente incluso en las decisiones que deba tomar ella misma.

No tiene ni tres días cumplidos en su mandato constitucional y ya lleva 150 homicidios en su incipiente sexenio, lo que nos habla de que las masacres no terminan y que México está hundido en un chaco de sangre por una guerra interna e intestina entre cárteles que ella ya no puede controlar y que va a salirse de las fronteras de Sinaloa para extenderse a todo el territorio nacional a donde se le van a sumar otros cárteles por el control de las metanfetaminas y la importación de cocina de países como Colombia o Bolivia.

A río revuelto, otros cárteles van a tener el predominio de estos ilícitos como el Jalisco Nueva Generación, el del Golfo, el de Tijuana y algunos locales que se van a sumar como buitres a los cadáveres del Mayo Zambada y el Chapo Guzmán que, como jilgueros comenzarán a cantar del otro lado de la frontera, lo que saben del apoyo a López Obrador y, por salpicadura estercolera, a la actual mandataria (que NO PRESIDENTA CON A).

El peje ha trazado el destino de la propia Claudia y, mientras él esté presente -es decir a su lado en las decisiones importantes- México va a sucumbir económica y con probabilidad, socialmente ante decisiones unilaterales, pero sobre todo ante las ocurrencias que ya conocemos desde hace seis años.

Como dije, la primera mañanera fue un feedback, un volver al pasado que para nada le gustó, no solo a los mexicanos bien nacidos, sino a los mercados internacionales que, a pesar de que ayer suponían que las cosas iban a mejorar y publicaron buenos augurios para la primera mandataria en México, hoy están reaccionando a la inversa por la incertidumbre de tener en la presidencia a alguien que no manda y si obedece.

¿Y las mujeres?, hace algunos días platiqué con unos venezolanos amigos míos que salieron huyendo de la dictadura bolivariana y me dijeron que tenían sus esperanzas puestas en Claudia Sheinbaum pero que al escucharla se dieron cuenta de que será una marioneta de López y, por ese solo hecho le va a cerrar el paso a las mujeres, no habrá sororidad sino persecución.

Es una lástima que la primera presidente, haya hasta babeado para ofrecerle loas hasta repetitivas a un hombre y sobre todo, a un hombre misógino.

Llegamos, dijo Claudia refiriéndose a que las mujeres son las que mandan ahora, pero no le dedicó una sola palabra a las madres buscadoras que perdieron sus hijos ya por acción del crimen organizado o por desapariciones forzadas como la de Ayotzinapa, tampoco una sola mención a las madres de los niños con cáncer que perdieron a sus hijos por falta de medicamentos, mucho menos a los colectivos feministas… esas, no llegaron y, al parecer, ni ella misma.

@leyvaguilar
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