Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Un 15 de septiembre de 1810 comenzó la gesta heroica para darle a México su libertad y desafanarse de un imperio español amenazado por Bonaparte. Las causas que provocaron nuestra independencia, no fueron las que nos hablan los libros de texto pero sí iniciaron una guerra que terminó con el dominio español en todas sus posesiones y sobre todo en México que fue su principal colonia en América.
Septiembre pues, es reconocido ahora como el mes patrio, un mes que luego de once años, once meses y once días permitió a México liberarse del yugo español y nos permitió iniciar una república federal y democrática que se vio coronada con la Constitución de 1857 y con el constituyente posterior de 1917 que, al menos hasta ayer, nos regía y nos daba identidad de nación republicana.
Pero si el septiembre de 1810 lo recordamos como un mes de luz para México, septiembre de 2024 puede ser uno negro. Uno en el que la separación de poderes sea cosa del pasado, uno en el que los mexicanos vamos a estar indefensos ante los abusos del poder, la militarización, la censura, las ejecuciones extrajudiciales; un mes en el que vamos a perder identidad porque una bola de borregos, le están haciendo caso a solo una persona caprichosa y pendenciera que quiere acumular todo el poder para él mismo y para su estirpe.
La traición de los Yunes y el Secuestro de Barreda le dan los votos necesarios a Morena para desaparecer el poder judicial que conocemos y le daremos paso no a la democratización del poder judicial, sino a la posibilidad de que la justicia se politice y poderes fácticos como el narcotráfico, puedan poner jueces, ministros y magistrados a su antojo.
México dejará de ser una democracia para convertirse de hecho en una dictadura y no precisamente la del proletariado. Andrés seguirá mandando desde su rancho en la chingada o en cualquier otra parte de México, no se irá y moverá los hilos de su marioneta para que pueda dejarle el poder muy pronto a su hijo Andy y Claudia lo sabe y lo permite.
Fue muy larga la discusión en el senado de la república, incuso en una sede alterna pero es una discusión sin sentido toda vez que la mayoría aplastante de Morena y sus aliados apátridas, tuvieron todo el poder para aprobar esta aberración cuyas consecuencias ni siquiera imaginamos.
La sola intención de llevarla al pleno del Congreso de la Unión, nos trajo como consecuencia la pérdida de valor de nuestra moneda en aproximadamente un 20 por ciento ¿saben qué va a pasar cuando esa reforma sea parte ya de nuestra lastimada y violada Constitución?, eso es lo que los mexicanos no hemos dimensionado y, de verdad se los digo, lo vamos a padecer todos en los bolsillos, en el poder adquisitivo, en inflación, en depreciación constante de nuestra moneda. Vamos, la Reforma al Poder Judicial va a afectar hasta a los que votaron por ella, por eso no puedo concebir que no haya un solo senador de la mayoría que no sea concierte del daño que le infligirán al país.
¿Los hipnotizó el mesías de Macuspana?, ¿les secuestró el cerebro?, ¿o tan largas tienen esas colas que prefieren obedecer antes de pisar la cárcel o perder privilegios?, claro que la Patria se los va a reprochar y si septiembre era el mes de la Patria, ahora lo recordaremos como el mes de los apátridas, como el mes de los traidores a la nación.
El próximo 15 de septiembre no vamos a tener nada qué festejar y sí mucho que lamentar y claro que hay alguien en la que recaerá toda la responsabilidad de lo que pase con México y esa es Claudia Sheinbaum. La sola decisión de sacudirse al viejo decrépito, puede hacer que los mercados sean benévolos con nuestra nación, pero si por el contrario, decide ser su marioneta y cumplirle todos sus caprichos, entonces habrá enterrado al México que fuimos hasta ayer.
Bienvenidos a la nueva república bolivariana bananera.
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