Cipriano Miraflores
Transformar la política, que es razón, cálculo, cultura, en política de fe, que es voluntad, esperanza, irracionalidad, es estrategia de gobierno para dominar y lograr la estabilidad de un gobierno que le ha dado la espalda a la democracia.
Es para ocultar su fracaso en la gestión pública. La política de fe es tierra fértil para demagogos, mentirosos y populistas como Maduro y AMLO por ejemplo. Ocultar los problemas nacionales es su especialidad, a través del exceso de palabras que abren a martillazos el corazón del pueblo, la palabra bien estructurada es como una antorcha arrojada en un campo seco.
Cuando la propaganda de la palabra surte efecto, como es el caso en México, AMLO no aparece como representante de la nación, sino como la encarnación de toda la voluntad del pueblo.
Si la fe y la esperanza son parte de la permanencia del gobernante, de igual manera se debe considerar la asistencia pública, la caridad, logra movilizar a las masas a las urnas por gratitud.
Fe, Esperanza y Caridad es la trilogía de acción política que distingue a la 4T por ejemplo. Con esta trilogía la 4T ha convertido a gran parte de la población en un rebaño inconciente, en masa manipulable, en respaldo de un gobierno frívolo, cínico, irresponsable, inepto, corrupto , fraudulento y mentiroso.
Así las cosas, la Unión de la política con la religión ha sido nefasta en nuestra historia, esta no será la excepción.
En vía de mientras sean rabiosamente felices
Bahni