Por Cipriano Miraflores

La verdad de las cosas, a los gobernantes se les debe evaluar por sus resultados, en el caso de AMLO es y ha sido el peor presidente de la era moderna de nuestro país.

La pregunta obligada es el por qué mantiene altos índices de aceptación, solo perdió 20 puntos durante su gestión, pasando del 85% de inicio al 65% al terminar su gobierno.

Su estrategia de gobierno ha sido mantener la fe y la esperanza en su gobierno, de aquí la idea de continuidad de Claudia Sheinbaun. Además de la descalificación de sus oponentes cargandoles todas las desgracias de México, todo es culpa del Prian. Además, ha reducido al mínimo a las minorías políticas, Morena y aliados son el pueblo pues.

Fomenta una autoestima sentimental colectiva de su identidad con los pobres y con la nación. Hace soñar a las masas , al rebaño, pero les cuenta que deben de soñar. A la 4T la ha convertido en un movimiento religioso, de esto no cabe duda alguna, con liturgias que se acomodan según el demandante.

Es como si la misma Providencia hubiera santificado al nuevo orden político, a través del cual se puede transitar hacia la felicidad. Los contrarios a esto son descalificados como traidores a la Santa Patria.

El debate social es derrotado por la creencia, la fe, los sentimientos y la obediencia a los instintos, como los chairos, derrota al debate, a la deliberación, a la razón. La obediencia política obtiene las características de la obediencia del rebaño.

Así, AMLO pone énfasis en las imágenes, Zócalo lleno, voto a mano alzada como ejemplos, en el sentimentalismo nacional, étnico, regional. Conoce los efectos que causan los actos multitudinarios, los cantos, las banderas, los símbolos y los colores.

Abusado el Peje pues, sabe manipular, mentir y traicionar, es su especialidad. Puede decir que ha hecho un camino a Marte y se lo creen.

Así las cosas, un pésimo presidente pero un magnífico manipulador. Resultado, seguidores fieles hasta la ignominia.

En vía de mientras sean rabiosamente felices.
Bahni

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