Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Ayer comenzó la eutanasia que Morena y sus aliados le están practicando a la democracia mexicana. En comisiones de la Cámara de Diputados aprobaron en lo general la retrógrada reforma al poder judicial que, además de atentar contra los derechos laborales de los trabajadores del poder judicial, pretende elegir por la vía del voto popular a Magistrados, Ministros y Jueces del Sistema Judicial Mexicano, algo que no pasa en ningún país del mundo.
Ayer leí la declaración de Antonino Morales Toledo, un senador de morena electo en Oaxaca que señala que la sobre representación “es legal y legítima”. El futuro legislador usa dos términos jurídicos para referirse a la aplanadora morenista en San Lazaro pero ¿sabrá la diferencia entre legal y legítimo?.
Le voy a poner un ejemplo: el gobernador de Oaxaca, su amigo Salomón Jara, es un gobernador legal porque ganó la elección en 2022, pero no es legítimo porque apenas votaron el 38.41 por ciento del padrón electoral, es decir un 20.4 por ciento menos que en la elección inmediata anterior de 2016 cuando ganó Alejandro Murat.
Por supuesto que la escasa votación de un padrón de 2 millones 993 mil 658 electores, de la cuál solo votó solo 1 millón 149 mil 935 votantes que le dieron a Morena y sus aliados solo 696 mil 488 votos, no legitima el mandato de Salomón Jara, quizá por eso tenga tantos problemas en materia de Seguridad, Salud, Economía, Generación de Empleo, Obra Pública, Medio Ambiente y muchos otros temas más que están brotando por todos lados.
Entiendo que Nino Morales considere que legal y legítimo es lo mismo. Legítimo tal vez sea mitigar el hambre como se pueda, pero no es legal robar. No hace mucho detuvieron y luego soltaron a José Antonio López Ríos secretario particular del ahora senador Nino Morales y lo agarraron con dinero en efectivo, armas de uso exclusivo del ejército mexicano y gasolina, presuntamente robada. Robar no es legal ni legítimo.
Para los diputados y senadores como Antonino Morales Toledo, no existe la conciencia patriótica, vamos, no existe la conciencia, ellos solo obedecen. No tienen la más remota idea de lo que significa la Reforma al Poder Judicial, pero ellos la defienden, sin argumentos y se atreven a hablar evidenciando sus infinitas limitaciones para ser representantes populares en el poder legislativo.
No leí por ningún lado que Antonino Morales, el de la cachucha, dijera a un medio de comunicación “que hizo una revisión exhaustiva a la Reforma Judicial y que encontró que la elección de jueces, ministros y magistrados será benéfica para los mexicanos porque nos va a permitir conocer sus propuestas en actos de campaña… etc”.
Pero bueno, lo entiendo de Antonino Morales, no se si terminó la primaria o de la Senadora dentista Laura Estrada pero de Ricardo Monreal, de Ignacio Mier, del Güero Velasco, de Fernández Noroña, de Carol Antonio Altamirano y de un buen número de diputados y senadores de Morena que antes defendían la democracia mexicana, sinceramente no lo comprendo.
Todos ellos deben saber que son legisladores no porque el peje los haya puesto ahí, sino porque el pueblo votó por ellos y entonces se deben al pueblo, no al peje y lo que van a aprobar en lo particular y en el pleno de la Cámara de Diputados muy pronto, no le conviene a ninguno de los 120 millones de mexicanos que somos ¿acaso eso no lo comprenden?, ¿acaso no tienen conciencia?, ¿raciocinio?.
Todas las voces en México y en el mundo han advertido de los riesgos de una reforma al poder judicial como la planteó el peje ¿qué del colapso financiero que se avecina no han entendido?, ¿qué de la estrecha relación comercial con Estados Unidos. Canadá por un tratado de Libre Comercio que se va a ver afectado por la incertidumbre jurídica no captan?
La inversión Extranjera Directa (IED), va a caer en varios puntos porcentuales en México durante y después de la aprobación de la reforma judicial como ya lo advirtieron Cámaras Empresariales en Canadá y en Estados Unidos.
¿Qué va a hacer el gobierno de Claudia?, me parece que lo que ya está haciendo López Obrador, simplemente imprimir más billetes para cumplir con sus compromisos electorales con las funestas consecuencias para la economía que entrará en una espiral inflacionaria, porque aunque tenga la maquinilla para hacer dinero, esos billetes no estarán respaldados con productividad, mano de obra u oro… al tiempo.
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