Obras inconclusas: ¿Impunidad u olvido?
RAÚL NATHÁN PÉREZ
“Y aceptaron con la mano izquierda, lo que los adversarios les ofrecieron con la derecha” Polibio, Las Guerra Púnicas, Tomo II, Libro XXVIII, 10.9, p.282
1).- ¿Y qué con las obras mal hechas?
En menos de cuatro meses se cumplirán dos años de la administración de Salomón Jara. Y un mes más de que le fueron entregadas al “pueblo de Oaxaca”, al menos cuatro obras inconclusas, a saber: la de “Símbolos Patrios”, el llamado “Circuito Interior”, el Teatro “Álvaro Carrillo” y el Centro de Congresos de Huatulco. Lo más grave es que, como se ven las cosas, tal parece que ya nadie rendirá cuentas de las mismas. Se ha guardado silencio sobre esa burla a los oaxaqueños. Más aún de la danza millonaria y sus beneficiarios. Y lo peor, el argumento de que no se han intervenido en virtud de que las indagatorias están en marcha, no obstante el ruido mediático en la “recuperación” del teatro, una obra negra presuntamente apropiada ilegalmente por la constructora.
Hace un mes, Jara Cruz sostuvo en conferencia de prensa, que el adeudo que se arrastra del pasado llega a los 31 mil millones de pesos. En la opinión pública poco se sabe del destino del préstamo de los 3 mil 500 millones solicitados por el ex gobernador Alejandro Murat. Salvo que al menos 500 millones le fueron salpicados a diputados (as) locales, de la LXIV Legislatura, como “pago por evento”. Hasta hoy las obras referidas siguen como monumentos a la ignominia. Los organismos que se dice fiscalizan, han guardado un silencio cómplice, empezando por la Secretaría de Honestidad, Transparencia y Función Pública. ¿A dónde quedó aquella enjundia de llevar a la justicia a los corruptos del pasado?
2).- Mucho ruido, pocas nueces
La hiperactividad del titular de la Consejería Jurídica y Asistencia Legal, Giovanny Vásquez Sagrero, no se ve reflejada en estos temas. Se ha ido por los vericuetos legales más simples, como recuperar propiedades estatales que estaban en manos del PRI. Tal vez sea fijación u obsesión enfermiza, pero el objetivo es despanzurrar por completo a dicho partido, dejándolo en la calle. En otro frente está la expropiación de los predios de “Triplay de Oaxaca” y “Novopan de México” –que muchos hemos aplaudido- o la recuperación de la rectoría del gobierno estatal del antiguo Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO). Sin embargo, en ambos se han dejado muchos cabos sueltos. En el último, la disputa legal de la obra expuesta ha trascendido a medios nacionales, además, claro, del sesgo que ha tenido dicho espacio cultural, ajeno a los objetivos para los que fue creado.
Lo que sí se observa en el gobierno de la Primavera Oaxaqueña es que, en abierta deslealtad al proyecto político para el que trabajan, se ha desatado una guerra sorda al interior del equipo gubernamental. Para hacer más evidentes las fracturas y vendettas, se exhibe el nepotismo en el aparato administrativo, en donde prevalece toda la parentela de funcionarios de primer nivel y el uso desafortunado de medios y personeros para mandar mensajes. Las redes sociales y el anonimato han sido los instrumentos idóneos para el golpeteo. La experiencia enseña que, si bien en al menos en los últimos cinco regímenes pasados se han dado desavenencias y fricciones, aquí la grilla ordinaria, vulgar y barata, de continuar, le hará un boquete al gobierno de Jara Cruz, si antes no da el manotazo.
Colofón:
Para quienes hemos visto desde las filas del periodismo, la historia política de Oaxaca durante al menos las tres últimas décadas, la curva del aprendizaje para muchos improvisados e ineptos de esta administración se ha prolongado demasiado. Con el ardid de que “a mí me puso el gobernador”, no respetan jerarquías, ni secretarías que son cabezas de sector. El vedettismo e histrionismo de ciertas funcionarias, contrasta con la seriedad con la que pocos han asumido su responsabilidad. El voyeurismo de otros más, vía reflectores mediáticos raya en lo patológico. Para algunos (as), su mejor acto de lealtad al gobierno de la Primavera Oaxaqueña, sería admitir su incompetencia y ahuecar el ala. Si algo les queda de lo que se llama dignidad.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— Debo a Oswaldo García Criollo, haberme compartido un interesante documento. Se trata del ensayo histórico: “De elecciones y chanchullos: la contienda electoral por la gubernatura de Oaxaca en 1924”, de Daisy Ramírez, de la Universidad Autómoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I), que trata del proceso electoral del 3 de agosto de dicho año, en que a través de acciones fraudulentas se impuso como gobernador del estado al general Onofre Jiménez, frente a un intelectual de la talla de José Vasconcelos. Hechos ocurridos hace un siglo y cuyas prácticas siguen siendo recurrentes en nuestra deplorable cultura política. Las fuentes locales de la autora, sin duda alguna, de primera.
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