Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Si algo hizo mal, pésimo Nicolás Maduro fue no respetar la voluntad popular. No se puede jugar con la decisión del pueblo y, si el pueblo decidió hace 25 años una dictadura totalitaria, hoy, ese mismo pueblo está reclamando libertad. Por tanto, si el régimen hubiese declarado el triunfo de Edmundo González, el tirano bien habría podido pactar al menos, impunidad.
Hoy lo venezolanos quieren sacar a patadas del Palacio de Miraflores al tirano, vivo o muerto han dicho y no hay un solo lugar en la Venezuela Libre en que los ciudadanos no se estén manifestando en contra de la dictadura chavista iniciada hace 25 años y que dilapidó la riqueza petrolera y de recursos naturales de Venezuela.
Para entender bien lo que pasó, habría que leer un libro que escribió el historiador mexicano Enrique Krauze titulado “el poder y el delirio” que narra la llegada de Hugo Chávez Frías al poder en Venezuela y la planificación de la llamada “República Bolivariana”, que ha sido el peor fracaso social y financiero en la América Latina.
Los males ni son para tanto, ni son para siempre y no hay pueblo que aguante cien años, así que Venezuela le ha dicho ¡NO! A la dictadura chavista encabezada ahora por Nicolás Maduro, un hombre lleno de complejos pero además extraordinariamente ineficiente que llevó a Venezuela al límite y a los ciudadanos al exilio y al hartazgo.
Simón Bolívar, inspiración de la república bolivariana de Hugo Chávez dijo: “cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho” y añadiría que es hasta una patriótica obligación que los venezolanos hoy ejercen y hay que decirlo, con pacifismo, con inteligencia y con la razón de su lado. Por eso el tirano aún no dice nada.
Súmele a eso que el alto mando militar de Venezuela declaró la tarde de ayer: “querido pueblo venezolano, ante las informaciones que ya dan ganador al candidato Edmund González, el alto mando militar venezolano declara que reconocerá al nuevo gobierno. El candidato derrotado Nicolás Maduro, debe reconocer su derrota. El alto mando garantizará la paz, no se tolerará violencia de los colectivos (chavistas), ni de grupos violentos. La Fuerza Armada reconoce la decisión del pueblo venezolano y hará cumplir la Constitución. Buenas tardes a todo el pueblo venezolano y el mayor de los éxitos al nuevo gobierno”.
Hay una evidencia del fraude electoral en el seno del Consejo Nacional Electoral y es una foto que subió un capturista de los datos de las actas, que tomó y posteó sin darse cuenta que no solo salieron en la foto sus compañeros, sino también las pantallas del sistema de resultados preliminares que a esa hora ya evidenciaban la derrota de Maduro en todos los estados.
Ayer, familiares del joven que posteó la foto -hoy traidor a la república bolivariana-, denunciaron a los medios que el régimen lo fue a buscar a su casa, lo secuestraron con lujo de violencia y presumen que ya habría sido asesinado a manos de la tiranía. Esa foto le ha dado la vuelta al mundo demostrando que lo dicho por el CNE, no era ni remotamente cierto.
Hasta la tarde de ayer, al menos tres mil efectivos de las fuerzas armadas, se han sumado ya a la disidencia en contra de Maduro y la inconformidad crece a cada minuto, lo que puede predecir el fin de este régimen tirano de 25 años, lo que sería un duro golpe al populismo latinoamericano ya que Cuba le había cedido la batuta a los populistas venezolanos.
Y eso puede tener un efecto dominó en otras dictaduras como la de Nicaragua, donde parece que no hay un prócer nacional porque en todo Managua hay figuras y efigies, sólidas o luminosas de Hugo Chávez, el “Mortadelo”, como lo conocen en Venezuela y no de, por ejemplo César Sandino, de Rubén Darío o de Rigoberto López.
La realidad es que en Venezuela se respiran aires de libertad, suspiros profundos de esperanza en que la tiranía se va a acabar pronto y volverán a tener elecciones democráticas, donde se respete la voluntad popular, porque así lo demandan los ciudadanos y el mundo entero tiene puestos los ojos en lo que suceda en las próximas horas.
Voy a adelantarme. Seguramente Nicolas Maduro, al perder la oportunidad de pactar con el nuevo gobierno, tendrá que salir huyendo, ¿a dónde?… muy probablemente a México, con su amigo López Obrador… al tiempo.
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