Por Cipriano Miraflores
Como el pensamiento antiguo de nuestros pueblos y abuelos, los hechos y las cosas existen en forma dual. Así, existen dos PRIS, el PRI Vivo y el PRI muerto. El PRI Vivo (Morena )goza de cabal salud, como en los mejores tiempos, hegemónico, estatista, nacionalista, copando todos los espacios del poder, mandón y autoritario, con una política social a todo lo que da, donde su jefe máximo es dirigente del Estado, del gobierno y del Partido, no se mueve una hoja si no es por su voluntad, otra vez es el Señor Presidente. Este PRI dejó de contenido al otro PRI. Le quitó su esencia, incluso su existencia, lo dejó vacío, es ya un cadáver que le falta la cristiana sepultura.
Los priístas auténticos se niegan a morir, sin entender que la estocada fatal fue cuando abandonaron la esencia de la Revolución y abrazaron la corriente neoliberal, dejaron de entender a la política como el servicio a los demás. En ese momento, un hijo prodigo,AMLO, se apropió de todo y creó el PRI renacido
Otro hijo (Cuauhtémoc)intentó renovarlo y reorientarlo pero no pudo.
Hoy que el viejo PRI es cadáver, solo queda enterrarlo y como el renacido, florecerá en otro ente? Como una nueva organización acorde a este nuevo México, siempre mirando hacia el futuro, resolviendo los nuevos problemas de los mexicanos, eficiente y eficaz para ello, incorruptible siempre?
Para lograr esto habría que enterrarlo y levantarlo entre los muertos, como Lázaro.No es dable que quiera recuperar su pasado, será imposible, ya le pertenece a otro.
El nuevo PRI morirá solo, pues no tiene vialidad histórica, huele a viejo, hiede, es pasado, sus dirigentes, casi todos corruptos, serán un paréntesis de la historia de México.
Serán un accidente dijo Beatriz Paredes. Lo peor, la candidata electa se siente incómoda en esta organización, se siente mejor en las antiguas organizaciones socialistas.
Esta es la historia anticipada de los dos PRIS, la tesis, el PRI, la antítesis, Morena, la síntesis una nueva organización para un México de futuro. Así marcha la historia, es inevitable.
Así las cosas, en vía de mientras sean rabiosamente felices.
Bahni