Por Cipriano Miraflores
La Revolución Mexicana como fenómeno social y régimen político es ya historia. Como todas las cosas, nació, se desarrolló y murió. Esta muerte no es un acto sino un proceso que puede durar muchos años. Sus instituciones y prácticas suelen transformarse, se adaptan y se expresan de otra manera.
Esta muerte empezó desde 1940 cuando adoptó el pragmatismo, el principio del péndulo le sirvió, una vez de izquierda, luego de centro, luego de derecha. Su acelere fue quedarse de derecha mucho tiempo y forzó su izquierdismo, transformándose en Morena.
La Cuarta Transformación no es más que la Revolución Mexicana extinguiéndose.
La 4T es la última etapa de la Revolución Mexicana, absorbe lo que queda de ella. Por lo tanto, absorbe su partido y lo transforma en Morena. Morena es el intento del PRI de prolongar su muerte. Por lo que el viejo PRI es ya casi un cadáver, miles de sus militantes se irán a Morena.
Alito lo sabe, por lo que se quedará a enterrarlo, pues para 2030 , al cumplir más de 100 años, perderá su registro.
Por cierto, Morena es como Dios, se expresa como Divina Trinidad: Morena, PT y PVEM.
Que se entienda bien, la 4T no es un Movimiento de futuro sino del pasado, es el proceso de la muerte de la Revolución Mexicana, por tanto, Morena es la última etapa de la muerte del PRI. Morena es el PRI muriéndose, por eso, es lo peor del PRI. AMLO es el peor líder del este partido, es la síntesis de Alemán, de Díaz Ordaz y Salinas.
En el 2030 un partido de futuro lo enterrara para siempre. Pues será un viejo muy achacoso y con muchos males.
Para entender esto lean la novela: La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes.
Así las cosas , en vía de mientras sean rabiosamente felices.
Bahni