Francisco Alejandro Leyva Aguilar
No pues de mal en peor el “gobernador” así en minúsculas y entre comillas del estado Salomón Jara Cruz que de alguna manera con sus acciones u omisiones, justifica que tanto la presidente electa como el saliente, lo hayan dejado fuera de reuniones aquí en Oaxaca durante su visita.
Cabe preguntarse ¿Salomón manda?, porque pareciera que cada secretario, cada director, cada empleado del gobierno del estado, hacen lo que les da su regalada gana. Ayer circuló una información referente a la compra de 3 vehículos blindados por parte de la Secretaría de Administración que dirige Noél Hernández Rito, un incondicional del virtual senador y exsecretario Antonino Morales, que causó un escándalo en redes sociales.
Resulta que el director de Patrimonio Melquiades Antonio Ruiz Vicente a la sazón del escándalo ya destituido del cargo, fue quien convocó al través de la licitación pública LPE-SA-SA-0024-06/24 que fue publicada el 19 de junio y firmada por la jefa del departamento de licitaciones de la Dirección de Recursos Materiales de la Secretaría de Administración Paulina Torres Quevedo para la adquisición de esos 3 vehículos blindados que le costarían al erario 12 millones 600 mil pesos aproximadamente.
Claro que la licitación pública fue solo para cubrir la norma porque en realidad solo se presentó una propuesta, la de Auto Partes y Refacciones Marlo SA de CV que en la búsqueda de Google aparece no como una distribuidora especializada en vehículos blindados, sino como una simple tienda de repuestos para automóviles, ubicada en un Santa Lucía del Camino, un municipio conurbado a la ciudad de Oaxaca.
Ni bien hubo circulado por los medios de comunicación impresos y electrónicos la noticia del frívolo gasto de los 12 millones 600 mil pesos para la adquisición de las 3 camionetas SUV blindadas cuya justificación es la protección del gobernador contra posibles embates del crimen organizado, que éste en admitir que “no estaba enterado de la compra”.
En su cuenta de X verificada, el zapoteco posteó “con relación a la información sobre la compra de vehículos blindados que circuló en las últimas horas y de la cuál no fui informado, he decidido cancelar inmediatamente la operación y separar del cargo al director de patrimonio de la Secretaría de Administración Melquiades Antonio Ruiz. He instruido también la realización de una investigación de todas las áreas y se sancionará cualquier irregularidad sin importar quién sea la persona responsable”… ¿quién manda entonces?
La confesión de Jara Cruz nos hace pensar a varios oaxaqueños ¿cuántas compras inservibles hace el gobierno del estado sin que el mandatario se entere?, por ejemplo, hay versiones de que el abate que compró la secretaría de salud para la descacharrización, está caduco y eso tiene que ver con el aumento exponencial de los casos de dengue en el estado. ¿Está enterado el “gobernador” de eso?, ¿ya mandó una investigación al respecto?
Si no lo ha hecho, debería porque en la Cámara Federal de Diputados una iniciativa con punto de acuerdo, solicita a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, llamar a los servicios de salud de Oaxaca para que cumplan con una atención eficiente a los enfermos de dengue que han tenido un aumento del 300 por ciento en comparación con 2023.
¿De que sirve un “gobernador” que no se entera de las transacciones que hacen sus secretarios y sus directores?, ¿quién manda realmente en Oaxaca?, porque es evidente que Salomón Jara no, quizá por eso Andrés Manuel López y Claudia Sheinbaum lo hicieron a un lado en la más reciente visita a Oaxaca allá en el hotel del buen café.
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