Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Algo no cuadró bien en la visita de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo a Oaxaca, como que las cosas no andan bien con el mandatario zapoteco porque literalmente no fue pelado por la presidente entrante y el que aún sigue destrozando México.

Fuentes enteradas, me dijeron que en un salón de un conocido hotel de Oaxaca, claro no en el albergue oficial o el hotel donde duce que llega, sino donde siempre le gusta estar a López donde por cierto tienen el mejor café -uno de Pluma Hidalgo- la presidenta electa y el saliente, recibieron a una decena de organizaciones sociales de la entidad.

Ahí estaba el mandatario zapoteco Salomón Jara, pero arrinconado detrás de una puerta donde de vez en vez se asomaba para saber si de casualidad alguno de sus jefes máximos lo requería, pero no. Nunca lo llamaron porque tanto Claudia como López, saben que él no tiene capacidad para manejar un estado tan complejo como Oaxaca.

La información que me llegó fue que uno de los primeros en pasar, fue el magisterio oaxaqueño ¿qué acordaron?, ¿cuánto dinero pactaron para dejar en paz las calles de Oaxaca y de la Ciudad de México?, eso solo lo saben los protagonistas y, una cosa es segura, el gobernador de Oaxaca, no lo fue, a él no lo requirieron.

Pasaron de la misma manera grupos de los Coatlanes por donde pasa la súper carretera que inauguró el pasado 4 de febrero López, sin estar terminada y donde ha habido ya decenas de accidentes que han cobrado vidas humanas, debido a la apuración del gobierno federal de inaugurar algo inconcluso.

También estuvieron en el desfile de peticiones, grupos como los truiquis, comunidades como Amoltepec, San Miguel el Grande, Santiago Mitlatongo; pueblos con conflictos político-agrarios como Choapam, Zimatlán, Tlaxiaco entre otros.

Fueron varias horas de entrevistas entre colectivos oaxaqueños y la presidente electa además de López Obrador y claramente se trató de solucionar por alguna vía, esos problemas complejos y añejos y lo más probable, conociendo la idiosincrasia de los grupos activistas de Oaxaca, fue con dinero contante y sonante.

Y es que Oaxaca tiene activos y a la fecha 283 conflictos agrarios, es decir un 56.6 por ciento de los que hay en todo el país. Más de la mitrad de todos los problemas territoriales en México, están en nuestra entidad y a lo largo de año y medio que lleva este gobierno, se han agravado por la indolencia del mandatario oaxaqueño.

Masacres como la de Santiago Mitlatongo donde murieron nueve personas y San Miguel el Grande donde fueron asesinadas ocho personas acaecidas en 2023, pudieron evitarse si el gobierno del estado hubiese tenido el tacto de escuchar a las comunidades, pero el secretario de gobierno Jesús Romero, en vez de ir a los puntos de conflicto, se la pasa en hoteles y restaurantes de lujo con sus cortesanas.

Por eso Claudia Sheinbaum y Manuel López Obrador, no tomaron en cuenta a Salomón Jara en esas pláticas, ni siquiera como referencia y, quien sabe cómo le vaya al zapoteco cuando la nueva presidente asuma el cargo porque vimos en Matías Romero que ella se dio cuenta que el gobernador, no tiene el respaldo popular.

@leyvaguilar
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