HOMILÍA DE MONS PEDRO VÁZQUEZ VILLALOBOS, ARZOBISPO DE ANTEQUERA OAXACA

Día domingo, dedicado a Nuestro Señor, es el Día del Señor.

Con profunda fe y piedad, estamos aquí, en esta Iglesia Catedral y muchos de nuestros hermanos católicos estarán en otros templos, viviendo la fe, como nosotros lo hacemos. Gracias por interesarse por las cosas de Dios, nos preocupan muchas cosas, nos angustian muchos detalles de la vida, necesitamos d3 la fuerza divina.

No es posible que nosotros podamos salir adelante solitos, necesitamos de la ayuda de Dios, de la fuerza de Dios. Busquen siempre a Dios, pónganse en Sus manos, entren en un diálogo constante con Dios y dígale, con toda sinceridad y de corazón lo que está pasando en su vida.

A veces decimos que no sabemos orar. Sí sabe usted orar, sí sabe y no solamente me refiero a qué tenga en su conocimiento oraciones aprendidas, tal vez desde niño, no me refiero solamente a eso, usted puede elevar su pensamiento a Dios y puede entrar en un diálogo con Él. Tiene la fuerza del Espíritu.

No se olvide que con la presencia del Espíritu y la fuerza del Espíritu, nosotros podemos alabar, bendecir y darle gracias a Dios. Hágalo siempre.

El Evangelio de este día nos deja enseñanzas en esos ejemplos tan sencillos de Nuestro Señor que dice el Evangelista, son parábolas, son ejemplos que llevan un mensaje, que nos hacen pensar. En esa sencillez de los ejemplos, Nusted Señor le hablaba a las multitudes, pero el Evangelio también dice, a sus discípulos se los explicaba en privado. Les decía más cosas a sus discípulos.  los necesitaba. Necesitaba que ellos entendieran porque iban enseguida a hablar del Evangelio, les iban a anunciar la Palabra Divina, y se iban a valer de estos ejemplos, pero de estos ejemplos ya profundizados, ya entendidos, ya meditados.

Hoy nos dice Nuestro Señor en estos ejemplos que tengamos mucha paciencia y mucha confianza, paciencia y confianza ante ese ejemplo de depositar la semilla en el campo.

Más de alguno de ustedes trabaja en el campo. Yo, cuando era niño, trabajé en el campo, acompañaba a mi padre a la siembra, a depositar los granitos de maíz y los granitos de frijol y las semillitas de calabacita para, enseguida, recoger el maicito y el frijolito y las calabacitas y depositábamos ahí las semillitas y Dios las hacía germinar y así lo sigue haciendo, hasta el día de hoy, nuestros hermanos campesinos depositan las semillas y Dios las hace germinar y, en su momento, nuestro hermano campesino comienza a cosechar, a recoger los frutos, con esa sencillez, con esa paciencia y con esa confianza.

Papá nos decía: digámosle a Dios que nos bendiga, que podamos cosechar algo, porque de aquí vivimos, de esta siembra vivimos, digámosle a Dios que nos dé cosecha y creo que lo sigue diciendo nuestro hermano campesino: Señor Dios, bendice nuestros campos, haz fructificar las semillas que hemos depositado en la tierra, con grande confianza, con grande confianza en el Señor, con grande confianza en la providencia divina, con una seguridad puesta en Dios, seguridad puesta en Dios.

Claro, no podíamos dejar la semilla sola, ahí en la tierra teníamos que cuidarla de alguna forma, y entonces, llegaba el momento en que teníamos que limpiar, porque iba brotando la milpita, el frijolito, la calabacita y teníamos que quitarle el zacatito, que le iba a quitar fuerza a la tierra y que no iba a permitir que esto creciera y diera abundante cosecha.

A seguir limpiando, a seguir cuidando, a seguir haciendo lo que nos toca. Bien, pues esto apliquemoslo q la vida. En todos nosotros se han sembrado semillitas de principios, de virtudes.

Váyase a su edad pequeña, a su edad de niño.de niña y desde muy pequeñitos fuimos recibiendo los consejos, las orientaciones, las enseñanzas, de papá, dr mamá y ellos sembraron en esta tierra buena esas semillitas y fuimos a la escuela y nuestro maestro o maestra sembraron también semillitas buenas en nuestro interior, en nuestra inteligencia y en nuestro corazón y si le seguimos pues ha habido muchas personas que a lo largo de nuestra vida han sembrado y esperan que demos fruto.

Nuestros papás esperan que nosotros, con las obras buenas, demos frutos y los llenemos de alegría, de gozo, de felicidad.  Ellos no quieren que ahoguemos, que aniquilemos las semillas que han sembrado en nuestro corazón, no quieren eso. Ellos quieren ir recogiendo frutos, no por el bien de ellos, sino por nuestro bien, porque nos quieren a nosotros felices, realizados cono personas, haciendo las cosas que agradan a Dios. Ahí esta la felicidad de papá y de mamá viendo que nosotros, al hacer las cosas buenas somos felices, plenamente felices.

Por eso siembran, por eso siembran.

Revisese , usted ha dado muchas respuestas positivas, ha dado muchos frutos buenos, no se canse. Usted sabe que todo eso bueno que ha salido de su corazón le va a hacer que se gane el cielo, que sea muy feliz en la eternidad con Dios.

Nos toca sembrar y nos toca ser esa tierra buena. Deje que los demás siembren en usted, pero también dedíquese a sembrar, no sea un mal consejero, no siembre cizaña, sólo siembre semilla buena y pídale a Dios que en la persona donde usted ha sembrado, donde usted ha aconsejado y orientado un día dé fruto.

No se desespere papá, mamá, porque no ve la respuesta positiva de su hijo, no se me desespere, ahí está la semillita, ahí está, ahí está lo sembrado, y un día va a dar fruto, tenga confianza, y hay que pedirle a Dios que nos dé la gracia de ser siempre esa tierra buena y de ser siempre unos buenos sembradores.

Hoy celebramos a nuestro papá, casi no hubo comerciales en la tele, el el radio, ah, pero para el 10 de mayo si hay mucho comercial, muchas tele, mucho radio  y luego vamos a los establecimientos comerciales y ahí aparece el letrero de mamá y no sé cuánta cosa y nosotros mismos el 10 de mayo está muy fresco en nosotros, pero el día del papá como que se nos enreda y decimos, pues es que es en un domingo que como que cambia. El 10 de mayo es el 10 de mayo, y el día del papá es el tercer domingo de junio y a veces es 15 y a veces 16 y a veces 14 y por eso nos enredados.

Mira, no te me andes enredando, es tu papá, pero a lo mejor papá nos ha de decir: mira, hijo, no te compliques la vida, yo lo que quiero es que tú seas un gran hijo, con eso tengo, si no te acuerdas que hoy es el día del padre, no importa, pero nunca te olvides que debes ser una buena persona y que tienes que vivir bien y dedicarte a hacer el bien y que tienes que buscar a Dios y pedirle que te bendiga, que te cuide y proteja y pedirle a Dios que siga siendo providente contigo.

Ten mucho cuidado a los lugares que vas, ten muchp cuidado, porque hay lugares muy peligrosos, que te pueden llevar por caminos equivocados, ten mucho cuidado, hijo, será muy divertido ahí estar salte y salte, según eso bailando, pero brinque y brinque, pero te vas a encontrar a alguien que a lo mejor te diga que, para brincar más a gusto y para brincar más feliz, que le des unas fumaditas a la mariguana, que te tomes una pastillita de droguita para que empieces a volar, a volar, a mirar cosas hermosas en tu cabecera, ándale, pruebale , pruebale.  Ten mucho cuidado hijo, ten mucho cuidado, porque muchos de nuestros hermanitos se quedaron ahí por haber probado. No pruebes. Ese es un buen regalo que tú me haces a mí, que soy tu padre, s mamá que es tu madre. Ese es un buen regalo, que te sepas cuidar en la viday que no te pierdas, no te pierdas. Regálame eso, hijo, regálame eso, si no me regalas un iphone, no importa, si quieres ni me regales, pero hazme feliz viendo que eres una persona que va creciendo, se va reslizando, que es feliz, que goza lo que hace, que eres un gran estudiante, que eres un gran servidor en la comunidad, que eres una persona con grandes sentimientos, qué gran regalazo es eso, mijo.

Ese es el gran regalo que yo quiero, que seas un gran hijo, pero papá, no sé te olvide que para recibir esos grandes regalos del hijo, también necesitamos ser un gran papá y lo que yo quiero que sea mi hijo a lo largo de la vida me lo tengo que aplicar a mí. Hijo, no quiero que vayas por caminos de los vicios, pues papá, aplícate a ti, tómate tu cervecita, sí, tu mezcalito, sí, pero no te tomes un cartón  y otro cartón de cervezas porque te vas a quedar tirado, orinado y para mí va a ser una vergüenza ver a mi padre tirado. Tenemos que aplicarlo a nuestra vida personal. Lo que queremos que sean nuestros hijos lo tenemos que aplicar a nuestro ser de padres. No se le olvide que usted es hijo y tiene un papá, y que esr papá quiere lo que usted quiere como padre en relación con su hijo. ¿Ya no vive su papá? pues desde el cielo le está diciendo, hijo, te quiero feliz, te quiero un hombre bueno. Papá, sigue hablando, porque le dejó enseñanza y está rn su menye y en su corazón y ahorita usted está viendo a papá, aquí en su mente lo está vieno y lo está escuchando y qué hermoso es ver a papá y escuchar a papá, que ya se fue otra siempre pero aquí está su enseñanza.  Deje también usted papá la enseñanza a su hijo y sobre todo deñe un buen ejemplo.

Que San José, el padre aquí en la tierra de Nuestro Señor, sea para usted un modelo de padre y de esposo, que cuida un hogar, que se desgasta por una familia, que trabaja y que se cansa, y que va muriendo por su familia.

Sea un gran papá, sea un gran esposo, sea un gran hijo, sea un gran hermano.

Que María nuestra madre nos siga acompañando, interceda por nosotros y seamos lo mejor en la vida.

Felicidades papás en este día y que Dios los conserve en santidad y gracia.

Que así sea.

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