Por Cipriano Miraflores
Lo que más dolió en estas elecciones es que los pueblos originarios perdimos la oportunidad de acabar con la colonización en que hemos vivido durante más de 500 años.
Seguiremos siendo objetos de políticas públicas, criaturas de elecciones, sin representantes propios en los poderes de la Unión, en los Estados y municipios, solo en Oaxaca se nos reconoce autonomía para elegir a sus autoridades y en algunos casos aislados en otros lugares de la República.
Por esta colonización hemos ido perdiendo nuestras memorias, culturas, idiomas, territorios, iremos desapareciendo, ya no tenemos futuro más que algunos años más.
Les debo de recordar que el INPI, oficina del gobierno para colonizarnos de manera engañosa, elaboró un proyecto de Reforma Constitucional para iniciar nuestra descolonización, con más de 600 mil firmas, se le entregó al presidente en una reunión con los yaquis. Dijimos, ahora sí iniciaremos nuestro propio camino de justicia, libre determinación y autonomía, oooh, qué gran decepción, AMLO lo arrojó al bote de basura.
Xóchitl se había comprometido con nosotros para aprobar la Reforma. Pero seguiremos luchando para lograr esta Reforma, así se nos vaya la vida.
Yo sigo en la resistencia, no solo en terreno material de los pueblos y comunidades, sino también en el terreno de las ideas, ya está en Amazon mi libro: “Ya no queremos pedir permiso: los pueblos indígenas y afroamericanos”. Para crear plena conciencia de nuestra necesidad de acabar con la colonización de siglos y gozar de libertad, justicia y tener la posibilidad de hacer nuestra historia.
La colonización y la colonialidad es un sistema muy canijo pero no imposible de destruir, solo recobrando la conciencia de nuestro Ser lo lograremos.
En vía de mientras sean rabiosamente felices.
Netandii Nashinandaa