Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Morena ganó la elección, vamos a ver en los próximos días si limpiamente pero su suerte está definida y con gran prospectiva porque tiene a un líder carismático, bien estudiado y bien dirigido en la manipulación de masas desde una conspiradora red de comunismo latinoamericano y quizá internacional que le ha dado el algoritmo para ganar contundentemente las elecciones… y seguir ganándolas en los sexenios por venir.

La historia de Morena se parece mucho a la del Partido Nacionalista Obrero Alemán (PNOA), ese que postuló y llevó al poder después de muchos intentos y conquistando primero el Congreso Alemán a Adolfo Hitler, sólo hay que ver la progresión del también llamado Partido Nazi desde que Hitler toma su control en 1920 y culmina con su triunfo en 1933.

El lema del Partido Nazi fue el siguiente “AUTORITARISMO, AUTORIDAD TOTAL DEL LÍDER”, o sea, el Führer tenía la autoridad y control frente a todas las instituciones y organizaciones del régimen Nazi , además de sobre TODOS LOS CIUDADANOS. Obvio el líder supremo exigía una lealtad ciega, fuera de todo cuestionamiento… ya sabemos cómo terminó esa página oscura y triste de la Alemania Nazi.

Andrés Manuel ha de haber leído muy bien y a detalle “Mi Lucha”, un libro que Adolfo Hitler escribió en los 10 meses que estuvo preso después del intento de golpe de estado. “Mein Kampf”, es la plataforma ideológica del Partido Nazi que lo hace crecer hasta llegar al poder y, de ahí a la Segunda Guerra Mundial.

Esperamos que en México el fanatismo ideológico que López ha alimentado no llegue a tanto, primero porque Andrés no es Adolfo y entre ellos hay un océano de diferencias, mientras el primero no conoce su historia, el segundo es un “sangre pura”, Ario y producto de una conflagración, soldado de una guerra y convencido de su nacionalismo; mientras Andrés gastó dinero en ocurrencias, el Führer lo produjo hasta volverse una potencia mundial.

En fin, el derrotero de Morena va a ser determinado por la propia suerte de Andrés, cuando él ya no esté, quién sabe si su movimiento persista, la buena noticia es que López ya es mayor y el tiempo no perdona.

Lo importante no es lo que vaya a pasar con Morena, eso lo podemos ver como decía Steve Jobs “viendo el horizonte”, Claudia “gobernará” seis años, cambiará la constitución al modo que le indique Andrés o el protocolo de Sao Paulo, postularán después a un hijo del propio Andrés y se perpetuará la estirpe hasta que México despierte bien, aunque haya que revolucionar a la sociedad.

Lo realmente trascendente es ¿qué va a pasar con la oposición?. Todo el poder concentrado en una sola persona es muy peligroso y por eso es importante saber lo que la oposición está pensando e incluso, ayudarla a definir el rumbo que va a tomar.

Claro que la elección del 2 de junio nos dejó una lección dolorosa pero quizá la más importante es que los Partidos Políticos están caducados, sus liderazgos están cuestionados y descalificados pero entre todas esas cenizas, queda por lo menos la esperanza de que hubo una mujer que movió las conciencias, sin reparto de dinero ni prebendas, de por lo menos 15 millones de mexicanos que no es poco.

¿Qué va a hacer Xóchitl?, ¿qué va a decidir con el movimiento ciudadano que inició?, me parece que sería una irresponsabilidad dejarlo al garete, ella debe seguir dando la cara porque como están las cosas, el único contrapeso que México tiene dentro de su territorio, es la sociedad civil, fuera de nuestro país, están los mercados financieros que son un gran contrapeso pero dentro, solo somos los ciudadanos enterados y comprometidos con la Patria.

Xóchitl debe seguir encabezando las causas de esos 15 millones de mexicanos en el área que más le duele a un gobierno tirano que son las calles.

En las elecciones presidenciales extraordinarias de 1929 después del asesinato de Álvaro Obregón compitieron tres candidatos: Pascual Ortiz Rubio del poderoso Partido Nacional Revolucionario, José Vasconcelos Calderón del Partido Nacional Anti reeleccionista y Pedro Rodríguez Triana del Partido Comunista Mexicano. El primero obtuvo 1,947,848 votos y se convirtió en el Presidente de la República, el segundo tuvo 110 mil 979 votos y el tercero solo 23,279.

Pascual Ortiz Rubio tuvo un triunfo arrollador pero los casi 111 mil votos de José Vasconcelos no eran nada despreciables, por tanto Manuel Gómez Morín le propuso seguir con la lucha… la historia también la conocemos: el oaxaqueño decidió exiliarse en Estados Unidos y posteriormente en Europa y ahí perdimos la oportunidad de una sociedad civil organizada.

No nos puede pasar lo mismo ahora y eso depende en mucho de lo que Xóchitl diga y haga.

@leyvaguilar
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