Por: Fernando Cruz López.

Para nadie es un secreto que la democracia en México enfrenta tiempos difíciles y muy desafiantes. Tras años de avances, la actual polarización política, la corrupción generada en todas las instancias del gobierno federal y la violencia desatada por todo el territorio nacional, han erosionado la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y en sus líderes. Sin embargo, estoy completamente convencido que el próximo 2 de junio, en las urnas tendremos la oportunidad de revitalizar y fortalecer este sistema de gobierno que tanto nos costó construir.

Es innegable que México ha recorrido un largo camino hacia la consolidación democrática. La transición del régimen autoritario del PRI a un sistema multipartidista en el año 2000 fue un hecho histórico. Desde entonces, hemos presenciado elecciones competitivas, alternancia en el poder y una mayor participación ciudadana. No obstante, los desafíos que enfrenta la democracia mexicana son profundos y complejos.

Uno de los principales retos es la corrupción sistémica que permea todas las esferas del gobierno. Los casos de desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y compra de votos han minado la credibilidad de las instituciones y erosionado la rendición de cuentas. Esta problemática se ha visto agravada por la impunidad que con frecuencia acompaña a estos delitos. Para fortalecer la democracia, es imperativo implementar políticas contundentes de transparencia, combate a la corrupción y fortalecimiento del Estado de derecho.

Otro grave obstáculo es la violencia y la inseguridad que asolan gran parte del país. La guerra contra el narcotráfico ha cobrado un alto precio en vidas humanas y ha debilitado la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La infiltración del crimen organizado en las instituciones públicas, la complicidad de algunos funcionarios y la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno han agravado esta situación. Revertir esta tendencia requiere de una estrategia integral que incluya la reforma de las fuerzas de seguridad, la desarticulación de las redes del crimen organizado y la atención a las causas sociales de la violencia, la clave está en no equivocarnos el dia de la elección.

Una buena oportunidad para fortalecer aún más la democracia en México es el fortalecimiento de los gobiernos locales. Históricamente, el poder político y los recursos se han concentrado en el gobierno federal, dejando a los estados y municipios con capacidades limitadas. Empoderar a los gobiernos locales, dotándolos de mayores atribuciones y recursos, puede acercar el gobierno a la ciudadanía y generar soluciones más adaptadas a las necesidades específicas de cada comunidad.

También es necesario invertir en programas educativos que fomenten el pensamiento crítico, la tolerancia, el respeto a la diversidad y el compromiso cívico desde edades tempranas. Asimismo, deben implementarse campañas de concientización y sensibilización dirigidas a la población en general, que resalten la importancia de los valores democráticos y los derechos y deberes de los ciudadanos.

En conclusión, se acerca el 2 de junio y el poder participar masivamente en las urnas, es una de las mejores formas de fortalecer nuestra democracia, pues con el voto de los mexicanos se decidirá el rumbo que tomará nuestra nación, podemos continuar con más autoritarismo o apostarle a un proyecto de gobierno en donde todos tengan iguales oportunidades, usted será quien lo decida en las urnas… Sígame en X como @Visionpolitica7

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