Por: Fernando Cruz López.

Algo tiene que hacer el gobierno del estado para terminar con la criminal explotación que vienen cometiendo autoridades migratorias en la región del istmo de Tehuantepec, donde aliados con policías municipales, estatales, ministeriales, guardia nacional y algunos presidentes municipales, detienen y extorsionan a cuanto migrante llega a Oaxaca.

Testimonios recabados por este columnista, establecen qué tan pronto entran a territorio Oaxaqueños, los migrantes son víctimas de las autoridades de migración y de todos los demás que están implicados, quienes los detienen, los separan del grupo en el que viajan, los llevan a parajes desolados, donde los desnudan y les roban lo poco de valor que aún les queda.

Otros refieren que los detienen por días en algunas casas de seguridad que tienen por esa zona, donde los obligan a comunicarse con sus familiares en sus países de origen para exigirles fuertes cantidades de dinero a cambio de su libertad y cuando logran su objetivo después de varios días de cautiverio, los dejan libres no sin antes amenazarlos de muerte si es que llegan a denunciarlos, por eso es que los migrantes callan la tragedia que muchos viven entrando al Estado de Oaxaca.

Mencionan los migrantes que han sido víctimas de las autoridades estatales, que los que más abusivos con ellos son los policías municipales de la zona y los ministeriales,  quienes actúan en complicidad con los presidentes municipales que les permiten operar impunemente.

Refieren los migrantes que también son víctimas de los taxistas y moto taxistas de la región istmeña, muchos de ellos no solo les han robado, sino que los llevan directamente a donde están sus cómplices los policías y ahí se suman a la violencia  que muchas veces cometen con las mujeres que previamente han seleccionado.

Son múltiples los abusos que sufren los migrantes en territorio Oaxaqueño,  su paso por nuestra entidad es catalogado ya como el paso de la muerte, pues a muchos de sus compañeros ya no los vuelven a ver y aseguran que fueron asesinados y enterrados clandestinamente, esto en verdad que es alarmante y tiene que acabarse de una buena vez.

Los organismos internacionales y nacionales que defienden los derechos humanos no pueden hacer nada ante estas vejaciones, pues los migrantes prefieren guardar silencio y no denunciar las atrocidades que viven, de lo contrario los detienen y terminan por ser deportados, al final aseguran que no ganan nada.

El tremendo viacrucis que están viviendo los migrantes que llegan a territorio oaxaqueño se tiene que terminar, es urgente la intervención de las más altas autoridades gubernamentales para acabar con esta terrible situación y lograr castigar a todos los que están implicados en este criminal negocio… Sígame en X como @visionpolitica7.

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