Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Ahora no me vengan con que “la ley, es la ley”, parafraseando al peje ahora no me vengan con que en la guerra hay reglas… Un estado de excepción es una guerra y, guardadas todas las proporciones, una contienda electoral lo es.
Claro que en una contienda electoral, hay un árbitro y hay reglas pero, si el que debiera guardarlas y respetarlas, las viola todas ¿por qué los contrincantes debieran restringirse a lo que marca la ley?. Más de 35 apercibimientos ha tenido Andrés por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre su intromisión en las elecciones y, literalmente le vale un cacahuate, él sigue infringiendo las leyes.
Hoy dice que es deleznable que la oposición lucre con asuntos como el de Ayotninapa, pero él mismo lo usó en 2018 y la historia lo alcanzó. Hoy la “verdad histórica” de Peña y de Muriño Karam, es la misma que defiende, porque se dio cuenta que no es lo mismo ser borracho que cantinero.
Todo lo que digo, lo traigo a colación por el escándalo del caso Saldivar, el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), entregado de lleno a la perniciosa cuarta transformación o degradación mas bien.
Era obvio que tanto López como Claudia, iban a decir que el asunto es “político”, y que es despreciable que se utilice este tipo de casos para incidir en las elecciones de manera fraudulenta. Los Mexicans ya sabíamos que eso dirían los de Morena, porque en su lógica política, los únicos que tienen la prerrogativa de la campaña negra, sólo son ellos.
Y es que el escándalo de Arturo Saldívar Lelo de la Rea sobre la influencia que ejerció sobre jueces y magistrados para favorecer al poder, específicamente a decisiones de López, lo tiene hoy en el cadalso y a la cuatroté también.
Hubo denuncias anónimas en contra de Saldívar que llegaron a la SCJN y por las cuáles la Ministra Presidente Norma Piña, ordenó una investigación en contra del ex presidente Lelo de la Rea por la presunción de haber presionado a jueces para que resolviesen favorablemente asuntos en los que el gobierno del peje tenía intereses políticos.
Supongo que en la denuncia, hay suficientes elementos de prueba como para que la Ministra Presidente, la incorruptible Norma Piña, haya iniciado la investigación en contra de alguien que hoy engrosa las filas de Morena y tiene la intención de acabar con el Poder Judicial.
No solo contra Lelo de la Rea va la investigación, sino también en contra de varios colaboradores del ex presidente de la SCJN, investigación que se realizará desde el Consejo de la Judicatura que también preside la Ministra Norma Piña.
La denuncia acusa a Arturo Saldivar Lelo de la Rea de “vulnerar la autonomía e independencia de los jueces y magistrados con la intención de satisfacer intereses personales y de terceros, así como de falta de imparcialidad y abuso de funciones durante el tiempo en que ejerció como presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura de 2019 a 2023.
Y no se de qué se extraña Andrés Manuel, si el que puso a Saldivar en el ojo del huracán, fue él mismo cuando aseguró que mientras el susodicho era presidente de la SCJN, le “pedía respetuosamente” que intercediera en algunos asuntos de interés del gobierno federal. Esas declaraciones públicas del peje, pueden hundir a Arturo Saldívar, por que son una confesión.
La denuncia sugiere que Lelo de la Rea prometía beneficios políticos, económicos, adscripciones favorables, ratificaciones en el cargo y hasta dinero en efectivo o bien, al través de extorsiones y amenazas de cambio de adscripción, inicios de procedimientos de responsabilidad administrativa o suspensiones, es decir PAN O PALO.
La denuncia que inició esta investigación sostiene que el operador del ex ministro Saldívar fue el ex secretario general de la presidencia del Consejo de la Judicatura Carlos Antonio Alpízar Salazar, además la denuncia también sostiene que cuenta con los testimonios de los jueces quienes presuntamente fueron presionados por Saldívar, aunque ¿qué más testimonio que el del propio peje?.
Los misiles de Irán a Israel, no le hicieron daño al pueblo judío en Jerusalén, pero esta bomba política en México, me parece que sí puede enterrar por lo menos, a una judía.
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