Francisco Alejandro Leyva Aguilar
No se bien a bien quién ganó el debate o si quiera si un debate se gana o se pierde, pero hubo algunas mesas de análisis en las que si hubo damnificados, sobre todo la que presentó Ciro Gómez Leyva en donde invitó a Germán Martínez y Epigmenio Ibarra, este último salió vapuleado del grupo imagen tanto que, si las palabras de Germán Martínez hubiesen sido golpes, Epigmenio estaría en coma.
No se pude defender lo indefendible y Epigmenio Ibarra se puso a lamer las botas del dueño que le regaló 150 millones de pesos del erario de una manera tan zalamera, que se puso “de pechito” de acuerdo al argot de los cazadores para que el Senador Independiente, antes de Morena, le diera una arrastrada de la que no se pudo defender.
Ibarra, dijo que no tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca, pero que vamos en ese camino, dijo que López es uno de los presidentes mejores evaluados del mundo y que la transformación es casi un hecho porque tenemos un peso estable y han salido de la pobreza, dos millones de personas… ¿en qué país vivirá?
Epigmenio no habló de la corrupción de los hijos de López, de los hermanos, de los sobrinos, de los amigos del “presidente”, pero si dijo que la eliminación de la corrupción le había ahorrado a México, miles de millones de pesos que por cierto ¿dónde están?
Pero si dijo que en la cancelación del aeropuerto de Texcoco y en la compra de medicamentos, había corrupción y por eso se canceló el aeropuerto y se inventó el Instituto de Salubridad para el Bienestar, el famoso INSABI que nunca funcionó y que tiene sin medicamentos y son vacunas a 50 millones de mexicanos.
Germán Martínez le recordó al jilguero de López, que a la fecha, no hay un solo empresario en la cárcel por la corrupción del aeropuerto de Texcoco, simplemente porque el peje no ha encontrado a ningún culpable y lo mismo pasa con el Sistema de Salud del cuál dijo el “presidente” que era un nido de ratas, pero tampoco hay un solo acusado.
Ibarra le habla de la violencia en el sexenio de Felipe Calderón al que califica de “violencia demencial” y Martínez le responde que “tiene una memoria selectiva”, porque solo tiene como contexto el sexenio de Calderón y no de Salinas de Gortari o Ernesto Zedillo con quienes trabajó e incluso le recuerda que los zapatistas no lo pueden ver porque es un traidor. Ustedes, le dice Germán, ofrecen una farsa.
El script de Ibarra, es una calca del de López Obrador para justificar la ineficacia y la indolencia. Es tan Fácil culpar al pasado y no se dan cuenta que ellos mismos fueron parte de ese pasado, incluso de los peores momentos del PRI dictatorial de los años setentas, ahí fueron formados López Obrador, Epigmenio Ibarra y hasta Manuel Bartlett, un pasado al que ahora culpan de los más de 183 mil muertos que se han registrado en este gobierno.
Estado fallido podemos llamarle porque la ocurrencia de abrazos no balazos, ha enlutado a millones de familias mexicanas por la renuncia del gobierno federal a usar la fuerza pública para garantizar el Estado de Derecho.
Germán Martínez, hay que recordarlo, fue el primer Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social en este desastroso sexenio y ahí en el post debate, le dijo a Ibarra que había votado por López y su transformación, pero que se siente desilusionado, engañado y decepcionado y por eso le mostró una foto en la que se le puede ver al lado de López que en el programa en vivo, rompió por la mitad.
Germán concluye: tenemos una cita con las urnas y tenemos dos debates adelante, una cita con una podredumbre de gobierno que se llama cuarta transformación, no solo me hecho para atrás en el compromiso yo me siento engañado por López Obrador, absolutamente engañado porque no hay seguridad pública, hay miedo en las calles; no hay salud pública, hay más salud privada; la escuela es una reproducción de las desigualdades, los maestros tienen menos dinero en formación docente… Xóchitl no llama a cambiar de amo, sino a ser libres.
Claro que Epigmenio Ibarra con ese pasado de corrupción, servil a presidentes como Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y ahora López, pues no supo cómo responder. Esa confrontación sí que la ganó el equipo de Xóchitl Gálvez.
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