Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Ayer en el debate, independientemente de lo que se dijeron las candidatas y el candidato vi cosas que me preocupan.
Si Claudia Sheinbaum es “la dama de hierro”, vi a una Xóchitl Gálvez cuya comunicación corporal, sobre todo su mirada me dijo que tiene dentro de ella, un verdadero cujién del que les mexicanos deberíamos, en caso de que gane la elección del dos de junio, estar preocupados.
Es una cara que no la había demostrado antes. Para los mexicanos que la conocemos, Xóchitl ha sido el rostro de la serenidad, de la alegría, de la convicción, de la inteligencia incluso y no cabe duda de que la exposición a situaciones donde el control es fundamental, saca de dentro de ti mismo a tus demonios.
A Claudia, en efecto la caracterizó el debate por ser una mujer hecha de hierro fundido o de una especie de plástico conglomerado a la que todo se le resbala. No se salió de sus casillas, pero no tuvo el tino de contestar lo que los mexicanos queremos escuchar.
Si hay una descripción escrita de la personalidad de Sheinbaum Pardo, esa la puede usted leer en la biografía que Stefan Sweig hizo del Ministro de la Policía de la Francia Revolucionaria José Fouché. Tampoco a Claudia se le movió un músculo de su inexpresivo rostro ante los ataques de los dos aspirantes y no mostró sentimiento alguno cuando la responsabilizaron de 52 muertes bajo su mandato.
Pero le faltó responder. Los mexicanos queremos saber si los hijos de López van a ser castigados por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito, queremos saber si la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), los va a investigar, si el Sistema de Administración Tributaria (SAT) los va a requerir, si la Fiscalía General de la República (FGR), va a abrir carpetas de investigación por los presuntos delitos de los hijos del peje.
Xóchitl le puso un dulce en la boca a Claudia y esta se quedó callada. Su mutis también nos dice mucho del control que tiene Andrés Manuel de su candidata que bien hubiese podido responder que si los hijos del “presidente” cometieron un ilícito, que se castiguen… pero se quedó callada.
Ayer estuve revisando las encuestas y la mayoría de ellas dan por ganadora a Xóchitl Gálvez, yo no se si en un debate se gane o se pierda, y me centraría más en la exposición de las propuestas que en los ataques, supongo entonces que para la ciudadanía, las propuestas de Xóchitl son más realizables que las de Claudia.
No obstante, el asunto de la corrupción de la familia de López Obrador, es una moneda de cambio para ambas candidatas y perdónenme si no hablo de Álvarez Máynez pero sería ocioso escribir de un candidato que no tiene ninguna posibilidad.
Si gana Claudia Sheinbaum la elección y ésta quiere quitarse el yugo opresor de López, solo tiene que girar la tuerca de la UIF en contra de los hijos y con eso López va a pensar dos veces si le inicia una consulta de revocación de mandato, porque no es lo mismo que metan a la cárcel a Pio, a Martín o a Felipa, que a Andy, Toby o Ramón.
Por otro lado, si Xóchitl gana la elección y el peje no quiere reconocer el triunfo, la demanda que ya puso la candidata ante la FGR en contra de los hijos del “presidente”, puede quedar varada para llegar a un acuerdo en el que Xóchitl gane y los hijos puedan irse a la chingada a disfrutar de sus millones, sin mayor preocupación.
En ambos casos el que pierde es el peje y me parece que quién gana así, es México.
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