Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Los humanos somos presa de nuestros propios dichos y eso le queda muy claro hoy a Alejandro Avilés, pero también a Salomón Jara que dijo que se había acabado esa costumbre de que los ex gobernadores ya cuando se hayan ido “pongan a sus amigos, a sus allegados”… se ven bien los Jara Cruz ahora, levantándole la mano a un Raúl Bolaños quién pidió a los electores “mandar derechito a la chingada a Morena”, o recibiendo al triple A al que le pidieron en campaña “quitarse la máscara”… finalmente de la quitó.
Hay un video que circula en redes sociales donde podemos ver a Noé Jara, hablar maravillas de quien lo mandó a la chingada, o a Salomón aceptando en la “transformación” a quienes en su momento fueron cuadros distinguidos en el Partido Revolucionario Institucional, incluso teniendo que aceptar que sus propios amigos como Laura Estrada, se pinten de otro color porque él no fue capaz de poner a sus candidatos en Morena.
El video es una radiografía del ASCO que es la política porque es evidente que nadie tiene convicciones, ideales y principios, están movidos, motivados solo por la ambición de poder y una ambición desmedida que los impulsa a abrazar al enemigo, brindarle la mano, prometer que trabajarán por él para que llegue a un escaño… no cabe duda que, como dice el clásico, la política es el arte de tragar excremento sin hacer gestos, decir que te gustó y pedir más.
Escuché en una entrevista radiofónica a Laura Estrada Mauro decir que “había que explicarle a la ciudadanía porqué ahora está en el Verde”, su diserto es bastante limitado, sin embargo sigue una lógica y esa es la intención de que Morena y sus aliados tengan la máxima representación en el Senado -claro que la diputada cuenqueña no tiene la más remota idea de lo que es la representación proporcional, menos la sub o la sobre representación-. Ella lo que sabe bien, es que no cupo en Morena y la mandaron al Verde.
A Laura le dijeron que Morena y sus aliados, necesitan mayoría absoluta en el Congreso pero en sus escasos razonamientos, no se da cuenta que la mandan a pelearse con Benjamín Robles Montoya que, dicho sea de paso, ganó la encuesta de Morena al Senado.
Pero me parece que Salomón Jara, que se manda solo en Morena y no pela a Mario Delgado y quizá debido a sus limitaciones neuronales, no se pone a pensar que mandar a Laura Estrada para jugarle las contras a Benjamín Robles (que también es aliado de Morena), lo único que va a hacer es dividir el voto que otrora eligió al propio gobernador y, la división -ya lo vimos en 2016- los puede matar.
Salomón piensa que con Alejandro Avilés en la quinta posición plurinominal del Verde Ecologista, va a trabajar intensamente para sumarle votos a su candidata y amiga y, de esta manera mandará al PT hasta la tercera fuerza política en el estado para que Benjamín Robles no quede en línea sucesoria, pero se olvida del PRI y su base militante que a la hora de la hora puede dar la sorpresa.
Por eso intuyo que María del Carmen Ricárdez Vela, tiene una posibilidad inigualable de rescatar para el PRI, un escaño en el Senado de la República que le arrebató Raúl Bolaños hace seis años. Hay que recordar que Raúl es Senador, no por el voto del Verde, sino del PRI que le proporcionó su compañera de fórmula Sofía Castro Ríos, quién debió ser la congresista.
Pero para eso deben pasar algunas cosas. La principal que en el PRI haya unidad y para eso es imprescindible trabajar con la militancia, asunto que ya le compete de lleno a Javier Cacique que de facto, debería estar buscando a los liderazgos regionales y municipales para escucharlos y delinear a los mejores cuadros donde el PRI tenga alguna posibilidad de ser competitivo.
Ya no es época de vender candidaturas como lo hacían antes los dirigentes del tricolor, esos ahora están en el Verde y los de Morena han aprendido bien. Hoy es momento de agradecer a los militantes que aún confían en el partido, su participación y su convicción porque los une la motivación de salvar a México de un tirano.
No obstante los candidatos del PRI podrían equivocarse si se quieren montar en la campaña y popularidad de Xóchitl Gálvez, así se convertirán en un lastre y no en un apoyo, por eso deben evaluar muy bien dónde son competitivos.
Las encuestas dicen que Oaxaca está perdido para el PRI, pero las encuestas no miden la división interna de los “transformadores”, que se muerden, arañan, escupen, golpean y se muestran irreconciliables como Benjamín Robles y Salomón Jara, ese es el punto de inflexión que deben aprovechar los priistas y unirse.
De lo contrario, el PRI estará esperando a ver quién es el último que cierra la puerta de Santa Rosa…
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