Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Cuando comerciantes y sacerdotes tienen que pactar con el crimen organizado, quiere decir que el gobierno mexicano -no solo el del estado en cuestión- han renunciado al estado de derecho; cuando unas madres buscadoras tienen que pedir piedad a los criminales para que les dejen buscar los cuerpos de sus hijos, quiere decir que los que mandan, son los malos.
En Guerrero y otros estados, está sucediendo y es porque, pareciera que los tres niveles de gobierno tienen algún tipo de acuerdo con el crimen organizado para que hagan y deshagan en ese territorio en específico.
Tanto el Federal, como el gobierno de Evelyn Salgado y todos los municipales, el de la capital principalmente en Guerrero, parece que tienen no solo acuerdos, sino hasta nexos con las bandas del crimen organizado en la zona. Guerrero es hoy tierra de nadie.
Acapulco, Chilpancingo, Zihuatajeno, Taxco y otros municipios más del estado sureño, están bajo el asedio del crimen organizado que cobra derecho de piso a todos los comerciantes y principalmente a los transportistas que ayer se organizaron en todo el país para tomar la mayoría de las carreteras en protesta por la ola de inseguridad en todo México.
Ayer igualmente en Temixco Morelos, estado colindante con Guerrero y gobernado por el morenista Cuauhtémoc Blanco, fueron asesinadas a plena luz del día y en su expendio, dos mujeres que vendían pollo, su pecado, no pagar derecho de piso.
Y estas historias se han replicado en todo México porque, como aquél comercial de Telcel que luego la compañía América Móvil tuvo que bajar por que no era certero “todo México, es territorio Telcel”, así en esta administración de los abrazos, no balazos, todo México es territorio del Narcotráfico.
Por eso es interesante lo que pasa a nivel nacional con las campañas políticas de las dos principales contendientes: Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Ambas deben tener un proyecto viable que ofrecerle a los mexicanos para que este fenómeno del crimen organizado, no tenga el impacto que tiene en la vida política, económica y social de México.
Hasta este momento yo no he escuchado a ninguna decir que existe la posibilidad de frenar el avance de los narcotraficantes en el territorio nacional y allende nuestras fronteras, hay que recordar lo que pasó en Ecuador y la vinculación del asesinato del candidato presidencial con el cartel de Sinaloa.
Mientras Xóchitl calla al respecto, Claudia ofrece “continuidad” y eso, estoy seguro, es lo que menos quieren los mexicanos.
Lo que sí se nota, es una preocupación cada vez mayor de políticos y diplomáticos de los Estados Unidos por el crecimiento desmesurado del tráfico de Fentanilo, las muertes de estadounidenses relacionadas con el consumo de esa droga, la producción del estupefaciente químico en suelo mexicano, la falta de combate del gobierno de México a los cárteles de la droga, la inacción y hasta la complicidad del ejército mexicano con los grupos criminarles y, claro, la posible colaboración del crimen con algunos actores políticos para favorecer a Morena.
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No es fortuito que Tim Golden, el periodista galardonado dos veces con el Pulitzer, haya hecho pública una investigación de 2006 sobre dineros calientes en la campaña de López Obrador y en eso tiene razón el “presidente”, claro que es estrategia electoral y, por supuesto que los enemigos de López, van por la percepción, que dicho sea de paso, lleva dos semanas en trending topic nacional y hasta internacional.
Para el inconsciente colectivo, López es ya un “narco presidente”.
El mismo Andrés ha dicho que si una mentira se repite un millón de veces (las menciones a narco presidente llevan 70 millones), se convierten en una realidad y ese golpe va a ser muy difícil que el inquilino de Palacio Nacional se lo quite o lo evada, ni aunque le brote otro “tutupiche” en el ojo derecho, a menos que le haga caso a Xóchitl Gálvez y denuncie formalmente al periodista Tim Golden, al portal Pro-Pública y a la Drug Enforcement Administration (DEA), ante una corte en Estados Unidos para limpiar, no el nombre de Andrés Manuel López Obrador que es inocuo, sino la investidura presidencial mexicana.
Pero ¿lo hará?…
Por eso la percepción ha cambiado. Los gringos saben muy bien lo que hacen y, si Andrés estaba seguro que la gente no saldría a votar por miedo, hoy es más probable que el 60 por ciento de los mexicanos salgan a votar precisamente por MIEDO. Miedo a vivir en un país que ha renunciado al uso de la fuerza publica en contra de los malos que los abraza y ha renunciado también y por consecuencia, al imprescindible estado de derecho.
@leyvaguilar
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