El factor Benjamín Robles
RAÚL NATHÁN PÉREZ
“¡Siempre el mismo trapacista de dolos sin fin!”
Homero, Odisea, Canto XIII, 293-294, p. 321
1).- Como si fuera su feudo
De nueva cuenta, el avecindado nacido en la Ciudad de México, Ángel Benjamín Robles Montoya –nada de Matías Romero, como ha querido sorprender- vuelve a estar en el ojo de la polémica política. Se ha aferrado a treparse en la candidatura al Senado de la República. ¿Por el Partido del Trabajo (PT), cuya franquicia posee como coto familiar? No. Ahora busca montarse en un espacio del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), defeccionando de su mismo partido. Quiere cobrar la publicidad en donde se declara defensor a ultranza de la 4T y del obsequioso discurso en favor de AMLO. “Obsequium –decía Cornelio Tácito- según el grado y la circunstancias se traduce en obediencia, pleitesía y servilismo”. (Historias, Cátedra, Madrid, 2006, p. 19). Y ha tratado de irrumpir en Morena como lo ha hecho en otros episodios de su truculenta biografía política –de la que hay que reconocer- siempre ha salido bien librado. Un verdadero artista del trapecio, que tras maromas y paso de la muerte, cae parado.
2).- Un poco de historia
Después de su arribo a Oaxaca en 2001, encabezando con Gabino Cué el llamado Movimiento Ciudadano, arropado por la extinta Convergencia por la Democracia, hoy MC, Robles Montoya encontró el Edén de su encumbramiento político. Los primeros pincelazos de su siniestra carrera nos los proporcionó el colega Francisco Rodríguez. (Índice Político, 23 de noviembre de 2002). Revela la estulticia del ex gobernador michoacano Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien asumió la gubernatura el 16 de febrero de 1995 y la “banda chilanga”, entre las que se encontraba el aludido dueño de PT oaxaqueño. El desmantelamiento del PRI a través de una operación de espionaje operada por el mismo Robles, que abriría la puerta al triunfo del PRD y de Lázaro Cárdenas Batel a la gubernatura. El columnista revela presuntas fuentes de inteligencia militar clasificadas en el documento: SDN/S2/U03/Z1, que dan cuenta de las fortunas millonarias depositadas en el extranjero y la lista de beneficiarios en bancos norteamericanos y paraísos fiscales. Robles aparece ahí.
La segunda fuente es Cambio de Michoacán, del 7 de abril de 2004, cuya nota titulan: “Benjamín Robles, de siniestro a demócrata…”. Le atribuyen al menos cinco apelativos. El más cruel: “Cara Sucia” y el menos despiadado, “San Martín de Porres”. Lo identifican por su actuar siniestro; por su perversidad. Y ubican su llegada a Michoacán en 1994, de la mano del político veracruzano Juan Benito Coquet. “Nadie se salvó –dice el medio citado- de ser víctima de la red de espionaje que tejió, junto con otros personajes de la administración estatal. Periodistas, empresarios, funcionarios y hasta el propio gobernador, Tinoco Rubí, tenían intervenidos sus teléfonos celulares, particulares y de sus oficinas”.
Se infiltró entre los grupos de estudiantes, en el magisterio, en los sectores que consideró más radicales y antagónicos al gobierno para desmembrarlos, cooptarlos, hostigarlos e ir fomentando su capital político sin que le redituara lo que esperaba, pues perdió la única oportunidad que tuvo para convertirse en diputado estatal. Primero al frente del CIDEM y luego del CIDEMUN, operó para ser candidato a diputado –por el PRI- en Zitácuaro. Perdió ante el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Isidro Fausto Gutiérrez, conocido como “El Zar de la basura”.
3).- Más leña al fogón
En su columna: “Rueda de Molino” de Quadratín Michoacán,, el periodista Jorge Hidalgo Lugo le dio una repasada el 15 de junio de 2010. La tituló: “Las manos negras del Cara Sucia”. Documenta que luego de desarticular la estructura priista, habría tejido la alianza PAN-PRD. “Tinoco Rubí permitió que sus incondicionales como Robles Montoya realizara listados de enemigos a combatir y sacar literalmente de la entidad sobre todo a los identificados con razón o sin ella, con ex mandatarios como Genovevo Figueroa y Ausencio Chávez”. Quien fuera al amparo de Gabino Cué diputado local y luego senador, supo sumarse al cuadro de operadores que se hincharon los bolsillos a costa de los michoacanos, pues ahí operó una suerte de “ventanilla única” para apagar o encender incendios sociales.
Políticos, empresarios, periodistas, comerciantes y cualquier persona del nivel que fuera, pero que a los ojos de la dupla infernal –Tinoco-Robles- tuvieran elementos para considerarlos “sospechosos”, eran objeto de intervención telefónica, ilícita actividad denunciada y evidenciada innumerables ocasiones. Operó la campaña de Francisco Labastida. Se encargaba de redactar las tarjetas informativas sobre la situación política de cada región y después, con este antecedente, habría maquinado el trabajo sucio. La también llamada “Legión Extranjera” llegó a tener el control absoluto de la política michoacana. Pero en Oaxaca, Robles Montoya encontró su minita de oro política y ha querido explotar a placer, mordiendo la mano de quien lo apoya, como a Gabino Cué en su momento.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— ¡Vaya cinismo y bajeza! Cual si fueran indispensables, luego de las transas y raterías cometidas al amparo del cargo, se alista para fines de febrero, un rosario de renuncias en el gobierno de Oaxaca de Juárez, que preside Francisco Martínez Neri. Ahora quieren ser regidores por Morena. Encabeza la lista el operador ex officio de los negocios: Felipe Edgardo Canseco Ruiz. Siguen los panistas: José Manuel Vásquez Córdova, Daniel Constantino y Dagoberto Carreño, titulares de Economía, Bienestar y Consejería Jurídica, respectivamente. En otro paquete, algunos ex porros de la UABJO, como Ferdinando Rosales, Secretario de Servicios Municipales; Emmanuel Amaya, director de Agencias y Colonias y, quien se dice, ¡Jefe de Gabinete!, operador de Jesús Romero, Secretario de Gobierno, Alejandro Troconis.
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