Por: Fernando Cruz López.

De nueva cuenta, los diputados federales de Morena, esos que dicen defender y representar a los más pobres, esos mismos que en unos días más saldrán a pedir el voto de la ciudadanía para sus respectivos partidos y candidatos, demostraron su lealtad ciega al poder ejecutivo y dejaron fuera del presupuesto de egresos de la federación para el 2024 a los miles de damnificados de Acapulco, pues para estos diputados en ese bello puerto no paso nada y eso que los guerrerenses son morenistas.

Y es que en la cámara de diputados, la mayoría de legisladores morenistas y sus aliados del Verde ecologista y del Partido del trabajo, ignoraron los reclamos de apoyo de empresarios y de la gente de Acapulco y aprobaron, en lo general, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2024, por más de 9 billones de pesos, pero sin considerar un fondo para la reconstrucción de Acapulco, sin tomar en cuenta que los guerrerenses hoy más que nunca necesitan del apoyo de sus representantes populares.

La verdad es que la negligencia mostrada por los diputados federales en la no aprobación de un fondo para los damnificados de Acapulco es una muestra clara de la desconexión entre nuestros representantes y las necesidades reales de la población. En un momento en que miles de personas en Acapulco se enfrentan a la devastación causada por desastres naturales, es inexcusable que nuestros legisladores no hayan actuado con la urgencia necesaria para brindar apoyo. Es inexplicable la obediencia ciega que los diputados de morena le tienen al presidente y nadie se atrevió a desafiar las órdenes que salieron de palacio nacional.

La falta de aprobación de un fondo de ayuda para los damnificados demuestra una preocupante falta de empatía y responsabilidad por parte de nuestros representantes populares. Las personas afectadas por desastres naturales merecen una respuesta inmediata y efectiva por parte del gobierno, y no deberían ser víctimas de la burocracia y la inacción política.

Es fundamental recordar que los diputados federales son elegidos para representar y servir a la población. Su deber primordial es velar por el bienestar de los ciudadanos, especialmente en momentos de crisis. La negligencia en este sentido es una traición a la confianza que se les ha otorgado.

Esperamos que los diputados federales reconsideren su posición y actúen de manera rápida y efectiva para aprobar un fondo de ayuda para los damnificados de Acapulco. La vida y la seguridad de las personas no deben ser objeto de disputas políticas o retrasos injustificados.

La solidaridad y la acción en tiempos de necesidad son valores fundamentales de una sociedad justa y compasiva, y es hora de que nuestros representantes populares demuestren un compromiso real con estos principios. Ya se acerca el proceso electoral y de nueva cuenta los partidos políticos estarán en las calles pidiendo el apoyo para sus candidatos y ahí será cuando el verdadero pueblo de México se cobre tanta afrenta que está sufriendo… Sígame en X como @Visionpolitica7

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