RAÚL NATHÁN PÉREZ
1).- Un lustro sin resultados
Dos gobiernos emanados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y en cinco años, la ciudad capital no la ha visto llegar. Ni obras ni acciones que resuelvan la compleja problemática urbana. Durante la gestión de Francisco Martínez Neri nomás quejas.
Primero fue la denuncia de un boquete financiero de 400 millones que habría dejado su antecesor, Oswaldo García Jarquín. A 22 meses de gestión, sigue entrampada en el Órgano de Control Interno. Y el doble discurso: un día anuncia finanzas sanas, al siguiente admite déficit.
En la crisis de la basura hemos ido del “ya merito” al fracaso total. A un año del cierre del tiradero ubicado en la Villa de Zaachila, el mismo edil ha reconocido haber erogado 250 millones de pesos del erario municipal. Pese a la insistencia del Órgano Garante de Acceso a la Información, Transparencia, Protección de Datos Personales y Buen Gobierno (OGAIPO), hay absoluta opacidad para develar los negocios con las empresas que transportan los desechos. La semana anterior, el empleado responsable de despachar las góndolas con basura fue ejecutado. Pero aquí no pasa nada.
2).- Verdades a medias y simulación
Se convirtieron en anécdota las frases del edil, en torno al tema de la basura. “Ya ubicamos un terreno”, “estamos en arreglos”, etc. Sin embargo, cada mes da cuenta del elevado costo para enviar los desechos “a sitios certificados”. Pero, cuando el gobierno de Salomón Jara tomó el asunto por su cuenta para construir el Centro Integral de Revalorización de los Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) en San Lorenzo Albarradas, el gobierno local empezó a nadar de muertito.
Este intento fracasó ante la negativa de la comunidad aludida y otras cercanas. El munícipe capitalino creyó haber tirado la toalla de la responsabilidad. Pero no. El asunto sigue entrampado, por lo que, seguramente terminará su gestión sin haber solucionado dicho tema. Pese a una solución favorable, seguiría pagando otros tantos millones, hasta en tanto el CIRRSU se construye.
3.- Seguridad y otros temas
De la inseguridad mejor ni hablar. Según la casa encuestadora Massive Caller, ocho de cada diez citadinos se siento inseguro.
Asesinatos, asaltos y robos a plena luz del día. En el Cabildo, la bancada de Morena empieza a hacer agua ante el soslayo respecto a este tema. En sentido contrario, la apertura inusual de bares, antros y terrazas, ya forma un hito en la historia contemporánea. Tal cual si los giros negros fueran una prioridad. Obvio, para el bolsillo de quienes autorizan. Igual que la apertura de permisos para el comercio en la vía pública, que pone en entredicho las promesas de campaña de Martínez Neri.
Aparte del boyante negocio que representa el ambulantaje para sus cercanos, empezando por el Secretario de Gobierno Municipal, Felipe Edgardo Canseco Ruiz. El mismo que dejó la clandestinidad para devenir operador político y tapadera del edil. Están en puerta los festejos del Día de Muertos. Ya veremos de nueva cuenta a la capital convertida en gigantesco tianguis y enorme congal.
2).- Reelección, un sueño
No ha sido fortuito pues, que el edil capitalino haya sido ubicado como uno de los peores en el país. Oaxaca de Juárez exhibe los síntomas del abandono y la abulia de su gobierno. Se han convertido en anécdota política, los rounds de la Policía Vial y Municipal con borrachos. Vivimos el segundo capítulo de una mala gestión. Pese a ello, el munícipe ha reconocido su deseo de reelegirse, no obstante, el vacío que le han hecho en su mismo partido: Morena. De considerarse dicha posibilidad, no andarían desatados (as) los peones y mayordomos de Noé Jara, operador ex officio y ministro sin cartera.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— En el Centro de Movilidad Migratoria, ubicado en un San Sebastián Tutla, en un terreno presuntamente propiedad de los dirigentes de Confederación Joven de Trabajadores, los hermanos: Erick, Juan Yahvé e Iván Luis Villaseca, el tufo a negocio redondo hiede a leguas. En efecto pues, el migrante sigue visto como el platillo suculento para exprimir, extorsionar, explotar. Si bien Monseñor Pedro Vásquez Villalobos ha pedido empatía y el padre Alejandro Solalinde echa las campanas al vuelo para festinar que miles de migrantes de 18 países han pasado por su albergue, la indolencia y la impunidad siguen cobrando vidas.
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