Francisco Alejandro Leyva Aguilar
No soy mago ni adivino pero siempre pensé que Movimiento Ciudadano (MC), solo era una mala comparsa de Morena. Las declaraciones ayer de su dueño Dante Delgado Rannauro no Dejan lugar a duda y, me parece que en vez de convertirse en la segunda fuerza electoral, lo que quiere el veracruzano, es desaparecerlo.
Bien dicen los spots comerciales de MC, que gobiernan sobre millones de ciudadanos en Jalisco y Nuevo León -los dos estados mas importantes después del Estado de México en rentabilidad electoral- y que la representación en las Cámaras de Diputados y Senadores, es muy buena y en crecimiento.
Hay quienes piensan y me cuento entre ellos, que con un buen candidato MC podría aumentar sustancialmente su 6 por ciento que representa, por un 10 o hasta un 15 por ciento y ¿quién seria ese excelente candidato?, por supuesto que ninguno de sus dos gobernadores y mucho menos, su dirigente nacional.
Ese candidato se llama Marcelo Ebrard que restaría algunos porcentajes importantes del Revolucionario Institucional, de Acción Nacional y del propio Movimiento de Regeneración Nacional ¿un dos por ciento de cada uno?, sería posible metiéndose con la clase media que ve con buenos ojos al ex canciller.
En ese escenario, MC desplazaría al PAN como segunda fuerza electoral y al PRI de la tercera con las consecuencias que eso pueda significar para los dirigentes nacionales de esos partidos y, no cuento al de la Revolución Democrática porque a ese prácticamente lo enterró Morena en 2018.
Pero, como dije, tendría que ser Marcelo Ebrard o bien Luis Donaldo Colosio Riojas para poder tener acceso a ese número de votos de la clase media. En cambio, si el candidato como ya lo expresó su dueño, es Dante Delgado, entonces las cosas cambian.
Para actores políticos dentro del MC, el partido debe inclinar su balanza hacia una de opciones que tiene México: Claudia o Xóchitl, así asegurarían posiciones en el gabinete, diputaciones federales, senadurías, gubernaturas, posiciones en congresos locales, alcaldías, regidurías y un largo etcétera.
Porque serían el fiel de la balanza si la elección se llegase a cerrar al final. Por eso la postura de políticos como Enrique Alfaro de Jalisco que sabe perfectamente que debe definirse y, de alguna manera ya lo hizo por el Frente Amplio por México cuyos esfuerzos encabeza Xóchitl Gálvez.
Enrique Alfaro ha dicho que el candidato de MC, no puede ser un externo, que dentro hay muy buenas opciones y opinó que si es el gobernador de Nuevo León, entonces se quedaría en MC, de lo contrario rompería con Dante Delgado y sus decisiones autoritarias. Enrique representa junto con su estado casi un millón de votos y todos los diputados federales del MC.
Así que no es de desdeñarse lo que dice. Por eso causa escozor dentro de Movimiento Ciudadano, que Dante Delgado haya dicho ayer que “sería un muy bien presidente”, ¿por qué me voy a descartar?”. Alguien de su edad y sus acciones casi siempre apoyando a López Obrador aunque pareciera que están molestos, mas bien parece un chiste mal contado.
El mismo Dante dice que “hay que darle oportunidad a las nuevas generaciones” y por eso, entre broma y en serio, lamentó que Luis Donaldo Colosio haya decantado la oportunidad de encabezar la candidatura de MC en 2024, pero no dejó de lado que, si Samuel García (que está impedido por la Constitución neoleonense), no participa, entonces él “sería un muy buen presidente”, dejando entrever que existen muchas posibilidades -él manda- de que sea el candidato del Movimiento.
Así que el destino del Movimiento Ciudadano está en manos de su dirigente -no de sus militantes- o aspiran a algo grande, o pueden incluso perder su registro y, esa disyuntiva debe estudiarla muy bien el veracruzano, aunque anacrónico como es y autoritario como su amigo López, lo más probable es que sea candidato presidencial en 2024 y lo veamos en la última boleta del MC en una elección.
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