Francisco Alejandro Leyva Aguilar

La Francia, protagonista de todas las revoluciones progresistas del mundo, la que luchó para derrocar los privilegios de las monarquías, la que creó la república que luego sucumbió ante el poder del Corso, Napoleón Bonaparte para instaurar el imperio, la de las convenciones que buscaban la libertad, la igualdad y la fraternidad.

La Francia de Juan Jacobo Rousseau, de Montesquieu, de Voltaire, de Robespierre, Marat, Cannot, Fouché, Didemt, Condillac, el Barón de Holbach, la Francia de grandes pensadores iniciadora de un movimiento que de alguna manera nos cataloga a todos como “hijos de la revolución francesa” está hoy en el ojo del mundo por racista.

En enero pasado presuntamente, dos varones y una mujer, frente a un público infame que no hace absolutamente nada, desnudaron a un niño negro, lo pusieron de cúbito supino prono y lo orinaron en un acto que le dio la vuelta al mundo con indignación.

En el video que circula masivamente en las redes sociales de todo el planeta se puede leer “hagamos que esto se vuelva viral hasta que los responsables de este abuso de derechos humanos sean arrestados y procesados. ¡Ésta es la inmundicia de Francia el escándalo mas feo del siglo XXI!. La inhumana e impactante escena de dos hombres y una mujer, orinando a un niño africano, en uno de los pueblos franceses y el niño, completamente desvestido, tendido boca abajo en el suelo, mientras numerosos hombres y mujeres franceses, cuyo país siempre ha conmocionado al mundo con la sofisticación de su civilización, están observando este acto obsceno, sucio y anormal, sin ningún signo de intervención por parte ninguno de ellos.”

Se supone que esto pasó después de que el estado africano de Mali, expulsó al embajador francés. Al enterarse en Francia, algunos ciudadanos capturaron al niño proveniente de ese país de África y lo vejaron delante de la comunidad en un escandaloso crimen que, literalmente, tiene indignado a medio mundo si no es que a todo.

Preguntémonos ¿qué habría sido de Francia sin sus posesiones africanas a las que explotó inmisericorde durante cientos de años, posesiones como Argelia, Túnez, Marruecos, Mauritania, Senegal, Sudán Francés (Mali), Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Niger, Alto Volta, entre otras naciones hoy ya sin el yugo de la conquista?

El aporte no solo en recursos naturales inconmensurables de estas naciones, sino también cultural que le dieron a Francia, debería hacerlos pensar que, sin estos aportes ellos mismos no serían la potencia económica que hoy son. Bonaparte no habría podido conquistar toda Europa de no ser por los infinitos recursos de las provincias francesas en África y su historia habría sido una muy distinta.

El racismo mostrado por la circulación de este video apenas este fin de semana pero grabado en enero, por parte de ciudadanos franceses, debiera ponerlos a pensar que ni son el centro del mundo como en 1790, ni tampoco ese país de avanzado humanismo que creyeron ser durante y después de su revolución.

Francia ha decepcionado al mundo por un puñado de ciudadanos que, tal vez no representen a toda la colectividad francesa, pero cuyo acto de irracionalidad, lo llevaron al cabo en suelo francés, al norte de ese país.

No he escuchado hasta este momento, un pronunciamiento de Emmanuel Macron, Presidente de Francia y debe hacerlo pronto en dos vertientes: primero en detener, procesar y castigar de manera ejemplar a quienes cometieron este acto de inmundicia y segundo, aclarar que tres franceses no son Francia, aunque en alguna ocasión Francia era solo una persona: “la France c`est moi”, solía decir el Corso.

Ojalá y que los organismos defensores de los derechos humanos en Francia y en todo el mundo hagan su labor para que se haga justicia ante este acto indignante, aunque no podría Heber más justicia que a quienes cometieron este acto, el mismo niño les haga tragarse sus propios líquidos.

Ah si la Torre Eiffel y el Museo de Louvre hablaran…

@leyvaguilar
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Facebook. Francisco Alejandro Leyva Aguilar

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