Por: Fernando Cruz López.
Desde los tiempos del gobernador Heladio Ramírez López, que era un hombre de campo y que le gustaba salir a las comunidades, a muchas de ellas tuve el privilegio de acompañarle como reportero, desde entonces no había habido otro gobernador como él, hasta que llego Salomón Jara y aunque aún no me han invitado a alguna gira, lo conozco bien y sé de su pasión por ayudar a todas las comunidades.
Por ello, tan pronto se terminó de ajustar el Plan Estatal de Desarrollo que implementaría durante su administración, se comprometió a visitar de inmediato los 100 municipios más pobres de Oaxaca, actividad en la que se hace acompañar solo de los funcionarios que tienen que ver con obra pública, sector educativo y finanzas, salud, IOCIFED o según sea el caso.
Sin embargo, tan pronto comenzó a recorrer el estado, se dio cuenta de que no solo 100 municipios son los que están abandonados, pues a su paso por los intransitables, prolongados y peligrosos caminos, se ha percatado de la realidad de nuestro estado y ahí tomo la decisión de no solo visitar los 100 municipios más pobres, sino que cada año visitara todos los 570 municipios y en ese esfuerzo esta ahora.
Jara Cruz dedica por lo menos tres días de la semana para irse a las distintas regiones de la entidad, en muchos lugares no busca los hoteles cinco estrellas, los lujosos restaurantes que hay por ejemplo en la costa, el istmo y la cuenca, sencillo como es, se queda donde tan solo pueda dormir tranquilo, no necesita de grandes lujos, eso lo ven los habitantes de los pueblos y les llama la atención, pues no es como los anteriores gobernantes que pedían extravagancias y que además solo llegaban a sitios donde los aviones o helicópteros del gobierno pudieran aterrizar y donde les acarrearan gente para que les aplaudieran.
Así es como ha podido detectar las verdaderas necesidades más urgentes del pueblo y así es como ha comenzado a priorizar la obra pública y los apoyos, cerciorándose de que las obras no caigan en manos de gestores o auxiliares de algún funcionario, sino que sean empresas cien por ciento oaxaqueñas las que participen en las licitaciones públicas y la mejor oferta es la que se encarga de las obras, por ello apenas está comenzando el proceso de construcción.
Eso jamás se había efectuado, pues las licitaciones siempre fueron amañadas para que los compadres, amigos o socios de los funcionarios estatales se quedaran con las mejores obras y a las empresas oaxaqueñas les daban solo migajas, pero ese se acabó, y ahora los pueblos tendrán sus respectivas obras sin que tengan que mocharse con nadie. Bien por Salomón Jara y su política anticorrupción…Sigame en Twitter como @Visionpolitica7.