Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Hay quienes piensan que ante el estancamiento de la corcholata principal del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, el peje tiene un plan B, se llama Adán Augusto, el mismo que ayer que, todo rabioso como buen tropical, le metió un codazo en plena campaña a una de sus activistas mostrando su nulo aprecio por el trabajo de sus simpatizantes.

Quién presiona al peje es Marcelo Ebrard, que con toda razón ha dicho que los dados están muy cargados hacia la mamá del nieto del peje Claudia Sheinbaum que, dicho sea de paso, Latinus destapó otra cloaca más, evidenciando la compra de Fentanilo a dos “farmacéuticos” morenistas que son vigilados por la Drug Enforcement Administration (DEA), por posibles nexos con el narcotráfico mexicano.

Un poco que la corcholata es pésima candidata y una mala copia del peje y otro poco que está rodeada de escándalos insalvables, la campaña no pinta muy bien para la “mexi-judía”, por eso el peje está moviendo ya las fichas en su tablero y tiene dos alfiles que le ayudarán a salvar la marea alta causada por el ex canciller.

Entiendo que Ebrard Causabón sabe perfectamente quién es el pejelagarto Macuspano y debe estar preocupado por las declaraciones y los señalamientos que le ha hecho tanto a su partido Morena, como al gobierno del peje. Como lo dijo Gerardo Fernández Noroña, él sabía desde un principio que los dados estaban cargados y aceptó -como el propio Noroña- ser solo una comparsa en la elección de la candidata de los morenos y sus aliados.

Sin embargo, Marcelo tiene su peso específico. Es un candidato gordo y no solo en el sentido físico, sino que tiene un bagaje político y una calidad moral que le permite enfrentarse al jefe del ejecutivo, sabe además de la tremenda irracionalidad del “presidente”, por eso causa admiración que se le enfrente abiertamente. ¿Qué sabe Ebrard para torear al peje?, ¿qué trae en el capote el ex canciller?

Por esa situación no medida ni acordada, el peje tiene su plan B. Si Marcelo insiste en que él debe ser candidato de Morena, tiene a Adán Augusto para hacer lo mismo que Santiago Creel con Xóchitl Gálvez. El tabasqueño va a declinar por Sheinbaum Pardo y otro que posiblemente le levantará la mano, será el senador Ricardo Monreal… si le dan la candidatura a la Ciudad de México.

No obstante si la línea de popularidad de Claudia sigue en picada, lo que va a pasar ese que el peje se va a inclinar por su cuate Adán Augusto porque no puede permitirse que el candidato de Morena sea alguien desleal, necesita a incondicionales que le cuiden las espaldas porque si ha habido un presidente que sea un delincuente confeso, ese es el peje.

La liberación de Ovidio, el saludo a la mamá del Chapo, las adjudicaciones directas de contratos multimillonarios, los desfalcos en Bienestar y en Segalmex, la opacidad en los Bancos del Bienestar, las Universidades del Bienestar, el fracaso de los jóvenes construyendo el futuro, de los libros de texto, de abasto de medicinas y la inutilidad de sus mega proyectos, pueden llevar al Macuspano a la cárcel si el candidato es Ebrard o Monreal.

Seguro irá al fresco bote si gana la Alianza.

En cambio si son Claudia o Adán y alcanza una mayoría calificada en el Congreso, va a seguir mandando 6 años desde la Chingada y modificará la Constitución para reelegirse, tal y como lo hizo Porfirio Díaz -guardadas todas las inmensas proporciones- con su compadre el “manco” Manuel González.

De ahí la preocupación del peje por la posición firme de Marcelo Ebrard de evidenciar la cargada inescrupulosa del Gobierno y de Morena en favor de Sheinbaum Pardo, está tachando el script que López tenía de la sucesión y esas mordidas internas, se suman a una candidata del Frente Amplio por México que todos los días avanza en la línea ascendente de la preferencia electoral.

El pobre peje ya no sabe bien bien a qué ponerle atención, si a la sedición de Marcelo o al ascenso vertiginoso de Xóchitl Gálvez. Es un escenario que no lo tenía previsto y por el cuál, aun no decide lo que hará, porque si lo supiera, ya lo habría hecho, por ejemplo calmar a Marcelo con el asunto de la línea 12 y el expediente donde aparece su nombre y por el cuál tuvo que huir a París. ¿Por qué no lo ha hecho?… algo le sabe el galo mexicano.

Xóchitl por su lado, sigue con su trabajo de convencimiento que va muy bien. Ya se le sumó -como era lógico- Santiago Creel Miranda y solo falta que haga lo propio Beatriz Paredes porque, aunque trabaje al cien por ciento la estructura priista, no le va a alcanzar para ganarle a la hidalguense, lo más sano sería -como me lo han comentado un sinnúmero de priístas y sociedad civil- que Beatriz declinara por Gálvez Ruiz.

Aunque la competencia es sana y, de ser democrática, será un antídoto para la narrativa del peje que ha dicho que Xóchilt es la candidata de un grupo de hombres poderosos. Esa narrativa quedará inocua y sólo serán palabras al viento.

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