Casta política de medio pelo
RAÚL NATHÁN PÉREZ
*A la familia Olivera Gómez,
por el fallecimiento de nuestra querida Elvira.
*Un abrazo a mis amigos Esteva Melchor
1).- Burros e iletrados
Si algo caracteriza a la política de hoy, es su pragmatismo ramplón. A diferencia de aquellos letrados y cultos que formaron un hito, como don Jesús Reyes Heroles o el recién desaparecido Porfirio Muñoz Ledo, ahora, en la composición de la clase política prevalecen –hay excepciones- los representantes del empirismo y la mediocridad; el arribismo y hasta alfiles ex officio del crimen organizado. “¿Sabe usted cómo se triunfa aquí?”, decía H. de Balzac, en Papá Goriot (Bruguera, Barcelona,1983), obra escrita en 1834 para la Revue de Paris. “Con el brillo del genio o con la habilidad de la corrupción. Hay que entrar en esta masa de hombres y mujeres como una bala de cañón o deslizarse en ella como la peste… la corrupción es lo que priva; el talento es raro… por eso la corrupción es el arma de la mediocridad”. (p. 130). “La guerra es el libertinaje de la sangre, como la política de los intereses. Todos los excesos son hermanos”. (Ibídem).
En política decía M. de Unamuno, no hay más que dos legados: “el de las ilusiones y el de los desengaños”. En el Siglo XXI se han añadido más: las traiciones, el oportunismo y la banalidad. Para aquellos que alcanzan el poder, hay que premiar la zalamería, los compromisos adquiridos y el servilismo. La mediocridad ha sido la salvación de muchos. W. Shakespeare le acuñó a Julio César algo que retrata la decadencia del imperio romano: “Quiero tener a mi alrededor hombres gordos, de cara lustrosa y de los que duermen bien en la noche. Ese Casio tiene un aire macilento, hambriento: piensa demasiado. Hombres así son peligrosos”. (Tragedias, RBA Editores, Barcelona, 1994, p. 452).
2).- Pragmatismo ramplón
Pero, ¿qué es lo que mueve a esta nueva casta política de la Primavera Oaxaqueña, que ya está en pleno pandemonium del futurismo electoral? No, no es su vocación de servicio, ni su compromiso social ni, mucho menos, su amor por Oaxaca. Es convertirse en parte de una casta divina. Otra vez H. de Balzac: “¿No es acaso el dinero con toda su potencia, el único Dios moderno en el que se tiene fe?”. (Eugenia Grandet, RBA Editores, Barcelona, 1995, p. 35). Vea hoy mismo, la arrogancia de fugitivos del arado, caravanas de vehículos, guaruras, desplantes de poderío. Los fanáticos de las tlayudas o de los tacos “de perro” –así les dicen- de la Central Camionera, devenidos los bon gourmets. ¿Y el pueblo? Hay que usarlo para quedar bien con la “corcholata” favorita.
No hace falta ser discípulo de S. Freud o de Michel Foucault para descubrir –sin ofender- una mentalidad limitada y un perfil deprimente en la nueva casta política. Pero al menos 4 o 5 se apuntan para el Senado, una veintena para la diputación federal y el doble para las locales. En algunos (as) se advierte lo silvestre. Ni para hablar se han pulido. Menos para articular un discurso congruente. La ignorancia prevalece. Eso sí, se publicitan en espectaculares o unidades de motor, como “si fueran detergentes biodegradables o remedio para las agruras”. La contaminación visual es grotesca; los rostros, patéticos.
3).- La locura del 2024
Ni le han cumplido medianamente al gobernador Salomón Jara, menos a las expectativas de la Primavera Oaxaqueña, pero ya están más que prestos (as) para enchufarse. Y lo dicen abiertamente: ¡me lo prometió Salomón! Pero los y las aceleradas tendrán que esperar hasta diciembre al menos. Así que “no se calienten granizos”. Además, desconocen los arreglos de las corcholatas, que también tendrán mano. Desde hace ocho meses y medio en que inició esta administración –o tal vez más- el golpeteo, las patadas y zancadillas entre los cercanos, han sido parte de la trama cotidiana. En términos de futurismo, hoy en Morena como antes en el PRI, se recrea la Torre de Babel: hablan todos y nadie se entiende. Porque en estos tiempos de la 4T, de fanatismo y sumisión, hay una casta política que “aspira a serlo todo: incluso nada”.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
Un poco de humor, producto de la vena irónica y creativa de mi amigo ZZ, cliente asiduo de conocido restaurante, bautizado por él mismo como “El Lago de los Chismes”:
— Pregunta: ¿Por qué al IEEPO le dicen el caviar?
— Respuesta: Porque es la hueva más cara
— Pregunta: ¿Por qué a Ciudad Judicial le apodan ciudad salmón?
— Respuesta: Porque el salmón recorre grandes distancias para ir a tirar la hueva.
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