Francisco Alejandro Leyva Aguilar
El clima de la sucesión presidencial a un año de realizarse, ya se está enrareciendo y mucho. Los asesinatos a personajes relacionados con las corcholatas del peje, nos pueden dar un ejemplo de lo que viviremos en la jornada electoral del 2024, pero no por eso debemos dejar de lado nuestro derecho de salir a votar y así botar a los violentos.
Es claro que las intenciones de Andrés Manuel son enrarecer aun más el clima político de nuestro país, porque es la única manera que tiene de quedarse en el poder y de evadir las responsabilidades de los múltiples delitos que él mismo ha cometido a lo largo de 5 años, desde soltar a Ovidio Guzmán hasta los incontables desacatos a la ley.
Ya sabemos que López, si no gana, arrebata. Por eso mató a su hermano Ramón y por eso hizo lo propio con su amigo Ángel y la elección de 2024 no sería la excepción, porque es un hombre que NO RESPETA LA LEY y que no sabe perder, por eso lo que le queda es la violencia, toda vez que sus corcholatas no levanten el ánimo de los electores y que en la palestra política hay una mujer que está ganando día con día, mucho terreno.
La notica violenta del sábado, sacudió las bases de campaña de una taparosca que no está en las preferencias del peje, Marcelo Ebrard Casaubón y que además fue el que, de alguna manera presionó al peje para sentar algunas de las bases para la selección del candidato de Morena que competirá en 2024 con quien resulte abanderado o abanderada del Frente Amplio por México.
Uno de los activistas de Marcelo en Guerrero, el joven José Guadalupe Fuentes Brito, que fue empresario y el enlace de Marcelo con el sector empresarial en ese estado fue asesinado a balazos junto a su hijo con quien viajaba en la autopista del Sol. En el atetado, la esposa del joven empresario, resultó herida en un brazo.
Dato curioso es que el comerciante de apenas 42 años de edad y dueño del grupo Millenium (corporativo Comercial), era tío del coordinador operativo de la oficina de la gubernatura de Guerrero Rubén Fuentes Hernández, de quien se presume es pareja de la gobernadora, la muy cuestionada Evelyn Salgado, hija del presunto violador Félix Salgado Macedonio, ambos de Morena.
Curioso también, fue que el asesinato ocurrió en las demarcaciones del municipio de Zumpango de Neri en un retorno hacia la ciudad de Chilpancingo donde usualmente están estacionados vehículos propiedad de la Guardia Nacional y donde frecuentemente hay retenes de esta corporación que, milagrosamente no se dieron cuenta del hecho hasta que fue consumado.
El joven empresario se dedicó a la construcción de viviendas, a la renta de inmuebles justo al gobierno del estado a quien le rentaba oficinas que albergan las Secretarías de Salud y Educación de Guerrero, también vendía equipos de cómputo y motocicletas, especialmente al gobierno del estado.
Claro que el móvil del asesinato es desconocido pero la Fiscalía de Guerrero, que dicho sea de paso, es un estado altamente convulsionado por la presencia del narcotráfico y el crimen organizado, dijo que se trató de un intento de robo de vehículo, lo cual por supuesto es hasta ridículo.
¿Y si dicho empresario fue emplazado por los cuates de Félix Salgado Macedonio para que en vez de apoyar a Marcelo Ebrard lo hiciera con todo su dinero y sus contactos para Claudia Sheinbaum?, como dije líneas arriba, el peje si no gana, arrebata.
Por eso legisladores de Guerrero como Alfredo Sánchez Esquivel también de Morena que alzaron a voz para exigir justicia y que apoyan a Marcelo, debieran poner sus barbas a remojar, porque al peje y sus cuates como la insufrible Evelyn Salgado y su padre, no le gustan las deslealtades. Guerrero, como todos sabemos es tierra del crimen organizado y un territorio que ha perdido el Estado de Derecho.
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