Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Claro que el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), le estorba al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas porque si ha habido algún gobierno opaco, ese justamente ha sido el del Macuspano.
Me parece que junto con el Instituto Nacional Electoral (INE), autónomo y ciudadano como ha sido concebido incluso por la izquierda mexicana y el INAI, éstas instituciones han sido un agregado muy importante a nuestra democracia que le han aportado valiosos aspectos a la transparencia y a la rendición de cuentas.
El peje debe entender de una buena vez por todas, que el dinero que maneja, el que pide prestado, el que regala, el que dilapida en construcciones inútiles y onerosas no es dinero suyo, sino del pueblo, del erario que emana de los impuestos y de la productividad del país o de los bancos a donde pide prestado.
Por tanto, es un dinero que debe rendir cuentas, que debe ser transparentado y el acceso a la información de todos los procedimientos para la erogación de esos recursos deben estar dispuestos para la ciudadanía cuando ésta lo considere necesario.
El veto presidencial a los consejeros que habrían sido electos en el Senado de la República y la posterior dilación de esa elección, ha hecho que el INAI se paralice en la toma de decisiones y en la revisión de las peticiones de información a sujetos obligados, lo que de si, representa un atentado contra la transparencia y la rendición de cuentas en México.
Quienes hemos dirigido instituciones públicas, nos hemos percatado de lo incómodo y hasta desgastante que es dedicarle tiempo a la contestación de las solicitudes de información que llegan vía los órganos auxiliares del INAI en los estados de la república, sin embargo es una obligación de las instituciones, responder a esas solicitudes por que así lo marca la ley.
Por tanto es completamente antidemocrático que el estulto Secretario de Gobernación Adan Augusto López -López tenía que ser- haya ido al Senado de la República a decirle a los senadores siervos del peje, que en el “estado ideal” de López, el INAI no cabe, es decir que para los morenistas, no hay prisa por elegir a los nuevos consejeros que hacen falta para que exista el quórum legal del INAI.
Esas palabras, no deberían estar ni en un Presidente de México, ni en un Secretario de Gobernación, mucho menos en las de los representantes populares porque justamente el INAI es un Instituto ciudadano que le sirve el pueblo.
Para nosotros los periodistas, es una herramienta fundamental de materia prima para dar a conocer sobre todo, los caminos del dinero, de qué dependencia salen, por qué vías y hacia dónde va. Así se han descubierto gastos onerosos y superfluos como las toallas de Vicente Fox, la Casa Blanca de Peña Nieto y la Casa Gris del hijo más panzón del peje.
De no ser por el INAI, muchos de los mexicanos estaríamos ciegos ante contratos como los de Felipa Obrador, o las tranzas de Delfina Gómez en Texcoco y en la Secretaría de Educación Pública y sus omisiones en la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo que le daban alimento a más de 2 millones de niños en México.
No habríamos conocido nunca el robo en despoblado que funcionarios de la cuatroté hicieron en la empresa construida por el peje Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), que asciende a ¡QUINCE MIL MILLONES DE PESOS!, y que es el desfalco más grande que ha habido en nuestro país, más grande incluso que el FOBAPROA o la Estafa Maestra, por la que estuvo presa Rosario Robles Berlanga, pero que en el caso de Ignacio Ovalle, ni siquiera lo han tocado con la hoja de una carpeta de investigación.
Tampoco habríamos sabido de desvío de recursos en la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) de la impresentable Ana Gabriela Guevara o de los plagios de la ministra pirata Yasmín Esquivel.
No nos habríamos enterado de que nuestro “presidente”, no tiene registro de una tesis en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la que fue un fósil, en fin, el INAI es un instrumento ciudadano que nos ayuda a que los sujetos obligados, CUMPLAN CON LA LEY DE TRANSPARENCIA Y PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES, que es un logro de la democracia mexicana.
Para las organizaciones civiles, los hechos y los dichos del “presidente”, representan un grave retroceso tanto en el desarrollo democrático del país, como en materia de Derechos Humanos, como lo son la Libertad de Expresión y el Derecho al Acceso a la Información, ambos establecidos en el artículo sexto de la Constitución Mexicana.
Justamente esas mismas organizaciones civiles que protegieron del plan B al INE y que salvaron al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), también estamos listos para la defensa del INAI, porque ya sabemos que en el Congreso de la Unión, la mayoría son siervos del “presidente”, sin ideología, sin convicciones, sin personalidad propia, sin capacidad de inteligir; son solamente siervos y eso, tampoco le sirve mucho a la democracia mexicana.
Si hay algo que reconozco del inútil del peje, es que ha hecho despertar la conciencia democrática en México y me agrada saber que somos muchos millones los que estamos dispuestos a defenderla. Hoy México tiene, en los hechos, una democracia PARTICIPATIVA y no solamente deliberativa.
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