Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Si hay algo que no entienden los políticos es una palabra llamada congruencia. La Real Academia de la Lengua Española (RALE), dice que congruencia es 1).- Coherencia, Relación Lógica. 2).-Conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones de las partes formuladas en el juicio. 3).- Expresión algebraica que manifiesta la igualdad de los restos de las divisiones de dos números congruentes por su módulo y que suele representarse con tres rayas horizontales puestas entre dichos números. 4).- En la Teología Católica, eficacia de la Gracia de Dios que obra sin destruir la libertad del ser humano.

Quedémonos con la primera. Es decir con que la CONGRUENCIA tiene un significado LÓGICO, un sustento cuasi matemático entre lo que se piensa y lo que se dice, en otras palabras hay que tener conectado el cerebro con la lengua y con el cuerpo para llevar las acciones de cada quien, al límite permitido de la lógica para poder ser congruentes.

La mayoría de los políticos no lo son porque, como dijera Joaquín Sabina “las mejores promesas son esas que no hay que cumplir”, así que la lengua puede darse juego prometiendo mientras el cerebro está cierto que cada una de esas promesas son falsas y es muy sencillo saber por qué. Nicolás de Maquiavelo dice en el Príncipe que “en política no hay amistades sino intereses”, yo le agregaría que tampoco hay dogmas, dignidad o ideología, solo intereses.

El interés personal es el único dogma de fe de un político y por eso vemos que algunos diputados del PRI, se fueron a otro partido político, no porque estuvieran en desacuerdo con los documentos básicos del partido, tampoco con sus estatutos o su declaración de principios, no por su estructura orgánica, ni por su ortodoxia gestacional, sino por intereses propios, personales. Esas diputadas y diputados que se fueron del PRI, se gestaron en el Instituto, fueron bendecidos con candidaturas plurinominales de esas por las que no hay que hacer campaña, sino simplemente estar para ser representante popular.

Y ¿qué va a pasar después?, simplemente cuando ya no les convengan las siglas que dejaron porque su interés no se vea satisfecho, brincarán a otras siglas, buscarán otros espacios porque así se lo dicta su convicción personal y ¿buscan dinero?, ¿que les paguen más por su actividad y/o por su “representatividad”?, ¡no!, solo buscan poder porque hay que acordarse que el poder obnubila al inteligente y apendeja al ignorante.

En lo personal pienso que aquellos que se cambian de partido son personas INCONGRUENTES, es decir, sin una lógica ideológica -valga la cacofonía- y con una alta dosis de interés personal y, pueden llegar muy alto en la escalada política porque tampoco tenemos una sociedad que valore la lealtad, la fidelidad y la convicción políticas -más que la ideología-, pero eso no quiere decir que sean los mejores políticos y si, que en el ejercicio del poder, sean los peores administradores.

Ejemplo total, Andrés Manuel. El Macuspano fue priista, perredista y creó morena para lograr su objetivo personal que fue llegar a la presidencia de México, cargo que le ha quedado enormemente grande, pero además, ninguna de las promesas que hizo en campaña, las cumplió, justamente porque no existe congruencia en su proceso mental. Su lengua no está conectada con su cerebro y por tanto sus acciones no tienen nada que ver con sus dichos.

Pero además el incongruente -no solo Andrés sino todos los que así son- piensa que el pueblo es también incongruente y que le puede creer por ejemplo que el Aeropuerto “internacional” Felipe Ángeles (AIFA), es en verdad una terminal aérea eficiente, o que la Refinería de Dos Bocas que ya inauguró, refina un litro de petróleo.

Le creyeron sus mentiras de campaña, pero la gran mayoría de los mexicanos, a pesar de las encuestas de Mitofsky, ya no le creen, ni ven las mañaneras porque saben que lo que ahí dice, simplemente es incongruente, no hay lógica en las palabras del “presidente”, porque la lógica matemática, la lógica económica, la lógica de seguridad, la lógica de salubridad, pues no las entiende.

¿Fentanilo?, ¿qué es eso?, aquí no lo producimos dice cuasi seguro de sí mismo y le manda una carta diplomática a China para que evite el tráfico de precursores del fentanilo a México, cuado él sabe perfectamente que sus cuates de Badiraguato y los del Jalisco Nueva Generación, se pelean territorios enteros del país por tráfico de esa macabra droga hacia Estados Unidos con un saldo de unos 138 mil asesinatos en lo que va de su sexenio y aumentando todos los días.

Si en México una minoría le cree al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, allá del otro lado del Río Bravo, ya se dieron cuenta de que el peje es un INCONGRUENTE y que esa falta de lógica, lo ha llevado ya a desestabilizar el territorio nacional que es el patio trasero de los gringos con las consecuencias que eso implica en la Seguridad Nacional de nuestro poderoso vecino del Norte.

Así que la falta de congruencia, tendrá consecuencias en México, de entrada los Estados Unidos van por los “chapitos” -los hijos del señor Guzmán Loera dijera el peje- y no le van a preguntar a López si está de acuerdo o no, porque ya saben que él, solo sabe decir incongruencias.

@leyvaguilar
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Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar.

Caricatura del Chicago Tribune

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