Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Abril la trajo en un día dos de 1925 y abril se la llevó un día como hoy de 1994. Beso hasta donde estés María, la mejor madre del mundo.

Quien no la está pasando nada bien, es el peje López Obrador, ayer consignaron información sobre un posible síncope cardiaco al mandatario mexicano que tuvo que ser trasladado de emergencia en helicóptero de Palacio Nacional, al Hospital Central Militar para que lo atendieran con urgencia.

Los que lo conocen y están cerca de él, afirman que su salud se ha deteriorado desde el 26 de febrero cuando la sociedad civil tomó el zócalo capitalino y 120 ciudades más para protestar por el Plan B que descuartizaba al Instituto Nacional Electoral (INE) y que por supuesto no pasó gracias a la multitudinaria manifestación social y a los ovarios bien puestos de la Ministra Presidente Norma Piña.

Y, aunque quiso revirar el peje con una contramarcha el 18 de marzo donde se vio por todos lados el dispendio de dinero público para la movilización, él sabe que las calles ya se las ha ganado la sociedad civil y eso es muy peligroso para su “movimiento” y, evidentemente, para su salud.

Pedro Ferriz consignó información que es de relevancia, de ser cierta. Él dice que conocidos suyos que estuvieron en reunión de gabinete después del 26 de febrero, después de la mega marcha rosa, López llamó a varios a su oficina para decirles que era urgente la remoción de Norma Piña de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Un iracundo “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, les habría dicho a sus allegados que “o se ponen las pilas o pongo a los jóvenes construyendo el futuro a crear caos el día de las elecciones y entonces pediría al congreso que se anulen las votaciones del INE, me reelijo y a ver cómo le hacemos para seguir aquí, pero se los garantizo, si me llegan a encerrar a todos ustedes me los chingo, ninguno se salvará y todos ustedes, les recuerdo, me deben favores…”

La irracionalidad de López es evidente en estos últimos días, se le ve en la cara y en sus actitudes, por ejemplo con la muerte de 39 migrantes en Ciudad Juarez que fallecieron por negligencia del Estado Mexicano y hay que decirlo, la encarnación del Estado es justamente López, sabemos que Peña NO MANDÓ MATAR A LOS 43 de Ayotzinapa, así como Andrés no mandó matar a los migrantes, pero es su responsabilidad.

A la mañana siguiente del incendio y la tragedia, López mostró su verdadero rostro, el de la risa irónica casi demencial que soltó minutos después de decir que los migrantes se suicidaron porque ellos prendieron fuego a las colchonetas. Ahí mostró de qué está hecho o mejor dicho, la ausencia de cualquier indicio de responsabilidad y de sentimientos.

Luego se atreve a ir a Ciudad Juárez y ahí es increpado por los migrantes y en vez de dar una respuesta, por lo menos solidaria, encara a una señora para decirle “te mandó Maru”, refiriéndose a la Gobernadora panista de Chihuahua.

Después viene la insaculación para elegir a la nueva Presidente del INE que recae en una morenista cuyos familiares están regados por todo el gobierno de morena, pero Guadalupe Taddei Zavala tiene un inconveniente que la deja fuera, por ley, de la Presidencia del INE: se ostenta como Licenciada en Administración Pública pero no hay documentos que lo prueben. Exhibe una cédula que pertenece a otra persona, lo que la hace impugnable y además muestra el talante de casi todos lo miembros de morena que son mentirosos y mitómanos.

Por eso el peje está ya muy preocupado y claro que esas preocupaciones afectan su salud, por eso es muy probable que esté hospitalizado y vigilado por médicos militares para tratar de recuperarlo y que hoy se presente puntual a su perorata mañanera, si no hay, ya sabremos por qué fue.

Todo lo que ha querido hacer, no le ha salido porque las ocurrencias no se planean y por eso el deterioro de su salud. No le deseo la muerte, pero sí quiero saber qué padecimientos tiene porque de acuerdo a lo que padece, de este tamaño y calidad deben ser los medicamentos que toma y los mexicanos debemos estar enterados.

La salud de un Presidente es del orden del interés público, porque no podemos estar bajo el mando de alguien que tome medicamentos controlados y que, dopado literalmente, tome decisiones que afecten a los 120 millones de mexicanos que somos.

Haría muy bien en ir a pasar sus “achaques” a su rancho y dejarle el mando a alguien que sí esté preparado y sano, porque el peje aparte de. Cardiaco, está demente.

@leyvaguilar
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