Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Un chairo me dijo “les pagaron mil pesos a los que fueron a la marcha”… y le respondí pues dime quién les pagó para que yo le lleve mi foto de que si asistí para que me pague los mil pesos que dices que les pagaron.

No entiendo la necedad enfermiza de los seguidores de López por tratar de minimizar la cantidad de personas que exigimos respeto a la Constitución con una marcha pacífica en 112 ciudades del país. El mismo gobierno de la ciudad de México y hasta el propio peje, dijo que en el zócalo habían 80 mil personas ¿en serio se lo cree?.

Claro que no le conviene decir que fueron 100 mil porque él mismo dijo: “a la primera manifestación de 100 mil en mi contra, me voy a Palenque Chiapas”… pues el domingo 26, día de San Alejandro el patrono de la fe, los que marchamos fuimos millones, no cien mil como se lo dictan sus “otros datos”.

La marcha no fue en contra del peje, porque los mexicanos respetamos la Constitución y quienes lo eligieron, lo hicieron por 6 años, pero sí fue en contra de las decisiones arbitrarias y autoritarias que ponen en riesgo la democracia en México.

Fue una marcha que sirvió de respaldo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para que simplemente haga su trabajo, es decir defienda a cabalidad la Constitución que ha sido violentada por varias decisiones emanadas desde la miopía de Palacio Nacional.

Para el peje, los que marchamos somos “delincuentes de cuello blanco”, fuimos a “defender a García Luna”, a decir que “el narco no se toca” y un sinfín de descalificaciones para endulzarle los oídos a los chairos, claro que no esperábamos menos de él y de la calaña de gente que lo sigue, sin embargo la verdad de las cosas fue una muy distinta.

Una escalinata de la SCJN llena de rosas, no habla precisamente de delincuentes o narcotraficantes, sino de ciudadanos que estamos preocupados por el futuro de las generaciones por venir. Marchamos porque queremos dejarle a nuestros hijos un México de libertades, tal y como nosotros mismos lo conocimos.

Si la Corte no hace su trabajo por presiones del ejecutivo, lo que puede pasar será muy grave, porque como lo mencioné ayer mismo, lo que seguiría para defender a México son las armas o la sumisión y, los mexicanos como que somos lo que sea, menos sumisos, dijera Alejandro González Iñárritu en su película “El Bardo”.

Justo eso platicaba con un colega periodista el domingo de la marcha aquí en Oaxaca, porque uno de los oradores principales en el llano fue René Arce Islas, un oaxaqueño que anteriormente y antes de la amnistía se llamaba Nahúm Círigo Vásquez y fue co-fundador y miembro del Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo (PROCUP) y del Partido de los Pobres (PDLP), antecedentes del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

René Arce, al ingresar a la sociedad nuevamente, hizo su carrera política en la peligrosa delegación de Iztapalapa de donde fue delegado, también fue diputado a la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal y posteriormente Senador de la República, Presidente de la Comisión de Gobernación, todo con las siglas del PRD.

Aquí en Oaxaca, existe una histórica tradición para la sublevación de las masas, justo tenemos a la Sección Sindical del Magisterio más beligerante del país, pero también aquí se incubaron grupos guerrilleros como el propio EPR, pero también el FPR, la Brigada Magonista de Ajusticiamiento y un sin número de pequeños grupos que están tranquilos pero operan en la clandestinidad.

René Arce conoce bien las entrañas de esos grupos de sublevación y es bueno saber que su espíritu revolucionario, se ha dado cuenta del peligro que corre México con un dictador en el poder y su experiencia nos puede servir muchísimo si la Corte no hace su trabajo.

Aunque tengo la confianza, de que, dado el tamaño de la marcha, dada la cantidad millonaria de firmas que irán a parar a la SCJN los ministros, con excepción de la “licenciada” y “doctora” Fake, Yasmín Esquivel Mossa, manden el plan “b” al cesto de la basura, justo donde debe estar.

@leyvaguilar
Instagram leyvaguilar
Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Compartir