Francisco Alejandro Leyva Aguilar

La mentira, pronunciada a borbotones en las mañaneras del peje, es algo que daña la conciencia colectiva de la masa de mexicanos que creen a rajatabla los dichos de López, pero no es el único mal que nos aqueja, también están la simulación y sobre todo LA INEPTITUD.

Combinadas estas tres variables, podemos darnos cuenta por qué el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, vive en el país de “los otros datos”, él no puede asumir que vayamos muy mal en todos los rubros del desarrollo en México: salud, economía, finanzas, seguridad social, seguridad civil, inflación, desarrollo económico, etcétera.

Por eso también divide a la sociedad porque le parece mucho más cómodo hablarle a sus seguidores obnubilados por su verborrea, que a los mexicanos que sí estamos enterados de que el 90 por ciento de las afirmaciones en su mañanera, son mentiras.

Como lo he escrito en innumerables ocasiones, el peje tiene una tendencia casi somática a la mentira, es su esencia mentir porque lo ha tenido que hacer durante prácticamente TODA SU VIDA, desde el incidente fatal que le costó la vida a su hermano Ramón al que mató de un balazo en el pecho y, claro que tuvo que negarlo, hasta decir que solo trae 200 pesos en la cartera, todas son mentiras.

Pero además, como no puede asumir responsabilidades, cuando las cosas ya se salen de control, le echa la culpa a otros. El peje es especialista en dos cosas, en mentir y en culpar a otros de sus desaciertos, por eso ahora sale con la gansada de decir que “él no canceló el aeropuerto de Texcoco, sino que fue el pueblo”.

Ya sabe que la economía de este país está deshecha en parte por esa decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), un súper aeropuerto comparado con el bodrio de Santa Lucía.

También por eso, los resultados de la Auditoría Superior de la Federación que revisó la cuenta pública 2022, detectó irregularidades por ¡DIEZ MIL TRESCIENTOS DOCE MILLONES DE PESOS!, unos 505 millones de dólares y no solo es el peje y su cuatroté, sino todos los gobernadores de morena en el país.

Los ejecutivos de los estados, son los que deberán comprobar 6 mil 675 de esos 10,312 millones de pesos, porque obviamente es un desaseo financiero el de los gobiernos de morena en los estados.

Al Gobierno Federal le toca responder por más de 3 mil millones de pesos y ¿adivinan qué dependencia es la que más acumula anomalías de acuerdo a la auditoría de la Cuenta Pública 2022?, ¿no adivinan?… exacto PEMEX y ¿se imaginan quién le sigue?… CFE.

En su totalidad, es decir en todo el complejo de empresas que significa la paraestatal PEMEX (exploración, refinación, exportación, etc), no hay una sola empresa de la paraestatal que salga bien librada de la revisión de la cuenta pública 2022. Lo mismo pasa con la Comisión Federal de Electricidad -la de Manuel Bartlett- al grado que juntas, deberán responder por el destino de 1,837,000,000 de pesos que tuvieron “usos irregulares” -según la AFS- y no fueron explicados.

Usted querido lector debe saber y si no sabe aquí se lo decimos. El director de Pemex Octavio Romero Oropeza, tabasqueño obvio es un ingeniero agrónomo cuyas responsabilidades se han centrado en ser diputado y oficial mayor del Gobierno del entonces Distrito Federal cuando lo gobernaba el peje, es decir NO TIENE EL PERFIL PROFESIONAL PARA DIRIGIR PETRÓLEOS MEXICANOS, por eso la paraestatal ha acumulado deudas y pérdidas millonarias en los cuatro años que lleva la cuatroté y el Director de la CFE, usted si lo conoce, es el mismo del fraude electoral de 1988, un tipo señalado por tener nexos con el Crimen Organizado y poseedor de decenas de viviendas, un ladrón de siete suelas llamando Manuel Bartlett Díaz.

Otras de las áreas que deben aclarar montos no justificados son Seguridad Social con 350 millones de pesos y Salud con 168,000,000 de pesos. No se salva Infraestructura Comunicación y Transporte que debe responder por 647,000,000 de pesos.

Si no hubiésemos leído “el rey del cash” de Elena Chávez, podríamos darle el beneficio de la duda al ingeniero agrónomo y hasta al rey del fraude Bartlett, pero como ya conocemos cómo opera el carrusel del efectivo de dinero dentro de la cuatroté, pues podemos suponer donde fueron a parar esos DIEZ MIL TRESCIENTOS DOCE MILLONES DE PESOS QUE LE HACEN FALTA AL ERARIO.

Seguramente servirán para impulsar -como ya sucede- la imagen y las campañas anticipadas de las corcholatas del “presidente”. Por cierto ayer domingo la corcholata preferida estuvo en Oaxaca y pudimos ver el aparato de movilización electoral de morena, con miles de acarreados desde todos los puntos de la entidad: el istmo, la costa, la cuenca, la sierra sur y norte, la cañada, etcétera, hasta empleados del gobierno obligado a asistir, al puro estilo del priismo de los setenta.

Regresamos a los orígenes de la autocracia y para eso, el peje ilusionó a México con un cambio que resultó lo mismo, tal cual como lo describe Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su profético libro “Il Gattopardo” donde afirma en uno de los diálogos “SI QUEREMOS QUE TODO SIGA COMO ESTÁ, ES NECESARIO QUE TODO CAMBIE”.

CAPISCI?

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