Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Dice el peje “la ministra Norma Piña, no se levantó porque tal vez estaba cansada, pero me dio mucho gusto porque eso quiere decir que el presidente ya no manda a los ministros de la Corte”… ¿no se habrá mordido la lengua el vejete?, y habría que tirarse una sonora carcajada en este nuevo cuento del macuspano, porque eso solo se lo cree Yasmín Esquivel.
Por cierto de haber cuajado la propuesta de que la licenciada fake Yasmín Esquivel Mossa hubiese sido la Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿se hubiese quedado sentada?, y de haber quedado sentada ¿cuál sería la sanción que el peje le hubiese impuesto por no levantarse y saludarlo?
Si hay algo que reconocer al peje, es su compleja habilidad para transformar todo, en un hecho político. Él, ni tardo ni perezoso decidió hablar del desdén de la Ministra Presidente Norma Piña, que fue evidente en medio de la celebración del aniversario de la Constitución de 1917, como un hecho trascendental en el que se manifiesta la autonomía de la Corte respecto del Ejecutivo y, aunque es verdad, me parece que a él NO LE DIO MUCHO GUSTO, NI MUCHO MENOS ESTÁ DE ACUERDO.
Hace algunos días, el insufrible Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación, visitó junto con su asesora jurídica a la Ministra Presidente Norma Piña, para persuadirla de que al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, le interesaban algunos asuntos de relevancia jurídica a los que debía darle prioridad.
La Ministra por su puesto que lo mandó directo al rancho del “presidente” y le dijo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tenía sus propios tiempos y sus propias responsabilidades como para que un personero descalificado del peje, fuera a decirle qué hacer, eso no cayó muy bien en Palacio Nacional.
Ese hecho además marcó el preámbulo de la visita de López a un acto de la SCJN en la que la Presidente Norma Piña, no se levantó de su silla mientras todos en el recinto, se paraban a recibir el “presidente” con aplausos motivados desde el alto parlante de un maestro de ceremonias a modo del peje.
A López le hubiese gustado que incluso todos permanecieran sentados, pero que la Ministra Presidente lo hubiese recibido con la investidura que representa que es la del Presidente de todos los mexicanos, cargo al que el mismo peje ha renunciado dividiendo a México en dos: los que están con él y los que están contra él.
Norma Piña se ganó la confianza y la admiración de las tres cuartas partes de la población de los mexicanos que no creen, ni por asomo en el tabasqueño y mandó un mensaje contundente a la Nación que, no lo dijo pero todos lo escuchamos “LA LEY SÍ ES LA LEY”, “LA CONSTITUCIÓN SE RESPETA”, “LAS INSTITUCIONES, ESTÁN PROTEGIDAS POR LA LEY”, disgústele a quien le disguste.
La Licenciada Norma Piña con el solo hecho de no levantarse de su silla y quedarse sentada ante la llegada de alguien que a leguas se ve que no la representa, nos regaló un halo de esperanza que seguramente va a traducirse en la protección constitucional al Instituto Estatal Electoral, por ejemplo.
Mientras tanto, López tenía que buscar cómo sacar raja política del hecho y minimizar el desdén que le hizo una persona que representa a toda la Justicia Mexicana y que encarna, de alguna manera la defensa de nuestra Carta Magna que ha sido pisoteada en más de una ocasión por los caprichos y ocurrencias de un aprendiz de tirano.
Se ha topado con pared el peje frente a una Ministra Presidente que conoce las entrañas de la SCJN, que es parte de la institución y que prometió, juró defender la Constitución y las leyes que de ella emanan. Para la Ministra Presidente LA LEY SÍ ES LA LEY, tal y como todos los mexicanos deseamos que sea.
Así que no te confundas López. Si la Ministra no se levantó, es precisamente porque tampoco a ella la representa un pelele anacrónico inepto e ignorante que se dice “transformador” y que por sus ocurrencias, tiene a México al borde del colapso en todos los sentidos.
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