Francisco Alejandro Leyva Aguilar

Dice el peje López que José María Riobóo, “es el mejor ingeniero del mundo”; así se expresa del constructor preferido de la cuatroté, un hombre que ha sido beneficiado con contratos millonarios asignados por el Gobierno Federal y el de la Ciudad de México y ese constructor, no es cualquiera, es nada más y nada menos que el esposo de la Licenciada Fake, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la espuria Yasmin Esquivel Mossa.

¿En serio es el mejor ingeniero del mundo?, pues no se le conocen obras de envergadura suficiente para ponerle ese mote, más bien parece otra de las miles de ocurrencias del limitado peje que supone que lo que él piensa o dice, es la verdad absoluta, sin darse cuenta que hace el ridículo cada que abre la boca.

No tengo idea del “retorno de inversión”, por llamar de manera decente al moche, que José María Riobóo le representa a la cuatroté, es decir, cuanto dinero en efectivo (cash) le regresa, ya sea al propio amlo, a sus hijos o a Claudia Sheinbaum por cada contrato asignado, pero debe ser un monto considerable presuntamente, dado que para el peje “es el amor ingeniero del mundo”.

Lo que si sabemos es la manera fraudulenta, opaca y fuera de la ley, que por ejemplo el Gobierno de la Ciudad de México le ha otorgado a Riobóo en la administración de Doña Claudia, por ejemplo sin licitación ha entregado a Riobóo SA de CV, tres contratos por más de 50 millones de pesos entre 2020 y 2022.

La documentación indica que los dos contratos más costosos, se firmaron en 2022 y están relacionados con las obras del tramo tres elevado del tren interurbano y que por cierto tienen ya varios meses de retraso, sin que la empresa haya explicado el porqué de ese lento avance si se le han pagado todas sus estimaciones.

Uno de esos contratos otorgados de manera directa por 11.7 millones de pesos, se firmó por la adecuación del proyecto ejecutivo especial Santa Fe, en donde por cierto el plazo establecido para su entrega fue de dos meses, del 11 de mayo al 10 de junio de 2022, pero que hasta la fecha no se ha entregado.

El segundo contrato por 37.6 millones de pesos corresponde también a la adecuación del proyecto ejecutivo para la terminal observatorio del mismo tren elevado y en ambos casos, la unidad administrativa a cargo, fue la Dirección General de Obras para el Transporte del Gobierno de la Ciudad de México.

Y es que el Gobierno de Sheinbaum tiene a su cargo los 17 kilómetros del tramo tres del tren interurbano, desde a autopista a Toluca a la estación Observatorio; la propia Claudia confirmó que esas obras en Santa Fe y Observatorio, requirieron “adecuaciones”, para conectar con otros transportes como el metro, pero los informes reportan que esas estaciones modificadas por la empresa contratista Riobóo tienen un avance menor al ¡CUARENTA POR CIENTO!.

Así como esos contratos que tienen retrasos en su entrega, Riobóo SA de CV, ha recibido otros contratos más del Gobierno de la Ciudad de México, algunos con muy pocas responsabilidades como por ejemplo el que obtuvo después del desplome de la línea 12 del metro que dejó 26 muertos y más de 100 heridos, cuando lo nombraron integrante del Comité Técnico de Refuerzo y Rehabilitación de la línea 12 que tuvo retrasos importantes y que, a pesar de que el peje dijo que se abriría en menos de un año, apenas el domingo pasado fue reinaugurado en una tertulia encabezada por Sheinbaum.

Más allá de los dichos del peje sobre el esposo incómodo de la licenciada Fake Yasmín Esquivel, magistrada espuria de la SCJN, están los hechos que, en primer lugar nos demuestran que al menos en la Ciudad de México, no se concursan las obras públicas, sino se asignan a incondicionales, por lo que dichas obras, son susceptibles de fraudes, por ejemplo de lavado de dinero público para fines electorales.

El último escándalo de la pareja Riobóo-Esquivel, es que José María quiere encarcelar a su nuera culpándola de la muerte de su hijo Rodrigo Riobóo Tlayero que falleció en marzo de 2019 en España, luego de padecer diversas enfermedades crónicas.

Al puro estilo triller de Edgar Alan Poe, José María Riobóo ha acusado a su ex nuera y seguro con el apoyo de la Ministra Espuria Yasmín Esquivel, de haber envenenado a su hijo durante años, ofreciéndole al difunto, mala alimentación y suministro equivocado de medicamentos.

Y claro, con la ayuda de la Ministra Espuria y licenciada Fake, José María Riobóo ha conseguido que un juez en México ordenara la detención de la viuda por el supuesto homicidio en razón de parentesco.

Entre los contratos adjudicados, los favores de los jueces a la ministra consentida del peje y el escándalo del plagio de la tesis, este matrimonio preferido y apoyado desde Palacio Nacional, no se cansa de torcer la ley de manera flagrante. Pero estamos en la era de la cuatroté una, donde la Constitución es letra muerta.

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