Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Dejando a un lado el exabrupto de Martí Batres, hagámonos una pregunta seria ¿cómo nos fue en la décima Cumbre de Líderes de América del Norte?, me parece que a México o, mejor dicho al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas no le fue nada bien con sus pretensiones.
Los acuerdos en general, sí son de ESTADISTAS, no de estatistas como el peje, por tanto no puede estar de acuerdo con lo que firmó, primero porque lo pactado, fue la SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES, HACER DE AMÉRICA DEL NORTE UNA CENTRAL DE ENERGÍAS LIMPIAS Y FORTALECER LA COOPERACIÓN PARA FORTALECER UNA MIGRACIÓN ORDENADA.
Esos tres puntos no estaban en la agenda del mandatario mexicano y si por ejemplo, la creación de un Estado Americano desde Canadá hasta la Patagonia, apoyada con la economía gringa (algo así como la Unión Europea), la integración de América Latina en la Sustitución de Importaciones, créditos a los países latinoamericanos para mitigar la migración, cadenas productivas y de valor para enfrentar a China donde se incorporara Latinoamérica y su sueño guajiro de ser el intermediario entre Estados Unidos y Canadá entre todos los países del centro y cono sur de América.
Hay que decirlo en todas sus letras: NO LO PELARON.
El flujo comercial de América del Norte, vislumbrado y orquestado por una de las mentes más claras en economía global, Carlos Salinas de Gortari, es uno de los mercados más grandes del mundo, con réditos en miles de millones de dólares, por tanto, los intereses en torno a ese mercado son tantos y tan poderosos, que las ocurrencias de Andrés Manuel salieron sobrando, el peje, solo prestó la casa porque quien realmente pactó, fue el canciller Marcelo Ebrard, al que las cartas le sonríen después del choque de trenes en la línea 3 del metro y la imposibilidad de López de entender dos cosas: inglés y economía global.
Lo que firmó el peje, posiblemente mañana o pasado que se le pase la cruda provocada por el aterrizaje del Air Force One en el Aeropuerto Felipe Ángeles que le provocó un orgasmo, se va a dar cuenta de que sus intenciones de refinar petróleo, no forman parte de los acuerdos comerciales con sus socios del Norte y además, que está obligado por el T-MEC a fomentar y apoyar la inversión local -es decir de CFE- y de otras empresas nacionales y extranjeras, para la producción de energías limpias.
Además, por el favor de haber aterrizado el AF1 en el AIFA aunque haya despegado del AICM, Joe Biden le cobró muy bien. El peje deberá recibir un promedio de 30 mil migrantes cada mes deportados en la frontera norte, además de exigir la extradición del chapito a cambio de que no toquen a ramoncito que, presuntamente, está metido hasta los huesos en los lastimosos asuntos del fentanilo y las muertes causadas allende nuestras fronteras.
Si el peje pensaba que zafarse del imperio era posible y hasta fácil recargándose en Putin y en la posibilidad de comercio con el Gigante Asiático China, ya se topó con pared, porque justamente uno de los acuerdos es la Sustitución de Importaciones, es decir, el bloqueo de los productos manufacturados provenientes de China.
Es compleja la teoría pero trataré de explicarla. La industrialización por sustitución de importaciones es una teoría económica que busca bloquear las importaciones de productos manufacturados con la intención de ayudar a una economía nacional a aumentar los bienes producidos en ese país.
En pocas y resumidas cuentas, están obligando al peje a ponerse a trabajar para producir, cosa que no ha hecho en toda su vida, porque una cosa es su índice guango del bienestar y la felicidad y otro el Producto Interno Bruto que vale a nivel global y sobre todo en una economía de mercado como en la que vivimos.
Por eso vimos a un peje desencanchado, incluso presumiendo que Joe Biden le enseñó cómo oprimir unos botones de “la bestia”; lo vimos explicando cómo los presidentes de México, tocan la campana de Dolores y dicen ¡Viva México!, lo vimos en su máximo orgasmo que fue presumirle a México que Biden le había dicho que el AIFA es un gran aeropuerto…
No sé a ustedes, a mí me dio mucha lástima y pena ajena.
Sin embargo, los acuerdos de la Cumbre, deben respetarse porque están firmados, vamos a ver en los próximos días que haya pasado el éxtasis, a un peje que puede mandar al carajo todo lo que aquí ya se dijo, se pactó y firmó.
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