Alejandro Leyva Aguilar

“No somos iguales”, dice el peje y tiene razón, SON PEORES. Recuerdo que al inicio de su administración prometió varias cosas que no ha cumplido ni cumplirá, una de esas es no endeudarnos mas ante los organismos internacionales y, claro, no cumplió.

Sin embargo, el problema no es que nos endeude, sino que eventualmente, los mexicanos no tendremos dinero para pagar esos préstamos multimillonarios y en dólares, porque no tenemos fuerza productiva.

Casi puedo estar seguro que el peje no sabe que la economía de un país, se tasa en dos condiciones: en sus reservas en oro -que está en desuso- y su fuerza de trabajo que ese ve reflejada en el Producto Interno Bruto o PIB, índice mundial que López desdeña porque no puede consentir que haya un bruto más popular que él.

Así que que en México -no en el mundo, claro- ese índice cambió por uno muy mamerto que el inquilino de Palacio Nacional denominó “índice de felicidad o bienestar”, de la misma manera como miden la “productividad” en Venezuela o Nicaragua.

Una similitud la podemos ver en muchos de los hogares mexicanos, muchas familias piden prestado dinero que no pueden pagar y algo básico es que no puedes gastar más de lo que ganas y habrá un problema mayúsculo si pides prestado y no trabajas y más si pides prestado para consumir y no para producir.

Los miles de millones de dólares que el peje ha pedido a organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o el de América Latina, no serán destinados a la productividad, sino a los dispendios de dinero que López le da a los ancianos, a los Ninis y a sus siervos de la nación.

Ni un solo centavo de esos miles de millones de dólares, tiene un proyecto de retorno de inversión (ROI) para los economistas, ni siquiera en capital humano porque los programas clientelares del Macuspano, solo regalan dinero, ni siquiera se evalúa el impacto social de ese reparto, solo en los días en que esas huestes de beneficiarios, son obligados a ir a la urna.

De ahí que los analistas digan que no existe en realidad una fortaleza del peso mexicano ante las divisas extranjeras porque el dinero ya se lo ha gastado y no tiene posibilidad de pago, ni a corto, mediano ni largo plazo a menos que lo mandemos a la chingada en 2024 y volvamos a tejer el entramado productivo que destruyó en sólo 4 años.

En ese lapso de tiempo, el peje ha pedido más dinero que Enrique Peña Nieto en el mismo periodo de tiempo, incluso los préstamos a organismos internacionales se han incrementado en casi 10 por ciento respecto del mismo periodo del sexenio pasado, de acuerdo a datos de la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La Secretaría señala que el peje ha contratado 13 préstamos con organismos como el BID, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAE) y el Banco Mundial (BM) por conceptos que van desde recursos para programas de inclusión financiera, fortalecimiento de la competitividad para mejorar la calidad del empleo en México… ¿en serio?, el peje quiere desaparecer la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), no sabe qué es ser competente.

Asimismo contrataron financiamientos en materia de sustentabilidad y desarrollo urbano o social con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y también, contrataron deuda con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) -seguro le dieron esa lana a los narcos porque el campo no produce ni el maíz que consumimos-.

El dato espanta: LOS TRECE CRÉDITOS CONTRATADOS EN CUATRO AÑOS POR LÓPEZ, SUPERAN LOS SEIS MIL QUINIENTOS SESENTA Y OCHO MILLONES DE DÓLARES (6,568,000,000 mdd), de acuerdo a datos de la SCHP que también identifica en ese mismo periodo de tiempo del sexenio pasado que fue de 6.17 mmdd en 26 créditos que se ocuparon en proyectos de cambio climático, atención a migrantes, servicios de agua potable y fortalecimiento de programas educativos principalmente.

Existe entonces una gran diferencia. El peje pidió menos créditos (13), pero con montos mucho más elevados, mientras que Peña pidió más créditos (26), pero de menos dinero. O sea el peje endeudó más al país, pero por si fuera poco, en el sexenio de Enrique Peña, esos créditos se utilizaron al menos en dos rubros que dejan retorno de inversiones (la educación y el agua potable), mientras que los del Peje se utilizan en dádivas electoreras.

Otra situación importante es que en el Sexenio de Enrique Peña Nieto, el país producía y crecía a un ritmo de 2.1 por ciento, mientras que en los 4 años del Macuspano México ha estado en decremento por debajo del 0 y eso es una desgracia económica.

¿Quién crees que va a pagar ese dinero?… exacto tú y yo que si producimos. ¿Hay remedio?… si, mandemos al Macuspano a la CHINGADA EN 2024, esa es la solución a todos nuestros males.

@leyvaguilar
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